𝐑𝐄𝐒𝐏𝐋𝐀𝐍𝐃𝐎𝐑 - 𝐍𝐞𝐭𝐞𝐲𝐚𝐦 𝐒𝐮𝐥𝐥𝐲

extra

TSAWKE y FE'ITEW eran conocidos como los hermanos prodigio, por todos los clanes. Y ellos claro que se sentían los mejores del universo, lo presumían y había veces que llegaba a ser molesto.

La primera vez que el varón mostró sus dones fue a los ocho años, mientras que su hermana a los diez.

Fe'itew mientras jugaba en el agua con su tia Tsireya y su madre, estaba buscando conchas a la orilla del agua, las que traía la corriente. Una de ellas se escapó hacia lo profundo del arrecife alarmando a las mayores, pero cuando llegó más adentro una fuerte corriente de agua lo elevó, el niño supo que el lo había ocasionado y empezó a hacer vueltas con sus dedos haciendo que esa corriente siguiera las órdenes, cuando se detuvo lo llevó hacia lo orilla, donde lo esperaban sus tias sorprendidas y orgullosas de el.

En cambio, dos años después, Tsawke estaba celosa de su hermano, por lo que todos los días practicaba haciendo maniobras con sus manos concentrandoce siguiendo los consejos de su tia Kiri, su padre, madre y hermano, donde el último le explicaba con más cuidado y delicadeza para no ganarse un golpe doloroso por parte de ella.

Paso dias, semanas, meses intentándolo pero el dia que se rindió sucedió sin saber. Estaba con Tatwe, en un paseo en la laguna cerca de su casa, donde estaban jugando y bailando, pues el mayor sabía cantar y la menor bailar, eran un dúo perfecto. Tsawke movía sus manos siguiendo la dulce melodía del mayor y en uno de sus movimientos apuntó hacia la tierra, donde ahí creció una gran planta llena de flores de colores. Ambos na'vis se sorprendieron tanto que miraron la escena impactados, la planta seguía creciendo y el mayor le gritaba "¡Detenla!" mientras que la menor no sabia como y solo respondía repetidas veces y a gran velocidad "Por Eywa". Luego Neteyam llegó a la laguna al ver la planta tan grande que se podía ver desde su hogar, incluso era de mayor tamaño que los propios árboles. El omaticaya disminuyó el tamaño de la flor y felicitó a su hija orgulloso de ella aunque casi haya formado una nueva especie de árbol.

En este momento ambos hermanos se encontraban caminando hacia el arrecife, prefirieron optar por el camino más largo para asi tener esas conversaciones profundas donde analizan su vida, hacen preguntas existenciales o hablan de sus problemas o traumas. Eran esos pocos momentos donde ambos se conocían cada vez más, aunque sean hermanos, pues dicen que "Nunca terminas de conocer a alguien".

— ¿Como será el planeta de Abu Jake? — Preguntó Tsawke. Si, mayormente las preguntas extrañas y curiosas eran por parte de ella, mientras que su hermano buscaba alguna respuesta lógica o la más acertada. Eso no quiere decir que el tampoco realizara preguntas, solo que la mayoría si eran por parte de su melliza.

Fe'itew comenzó a ver el arrecife a unos metros de donde estaban, los fuertes rayos del sol pegaban más fuerte y poco a poco se comenzaba a escuchar las olas chocar con la arena.

— Abuelo Jake dijo que su planeta era hermoso, o lo fue. Dijo que era como el nuestro, con criaturas, vegetación, naturaleza, pero que los humanos lo destruyeron y ahora no quedaba nada. — Dijo el varón recordando las palabras que le había dicho su abuelo una noche de caza entre ellos dos. — Incluso se extingueron muchos animalitos.

Tsawke exhaló sorprendida. — Eso es terrible...

— ¿Qué es terrible? — Dijo Tatwe pasando un brazo por encima del hombro se la chica mientras esta daba una sonrisa sutil.

Fe'itew se acercó donde su amigo y quitó el brazo levemente. — Nada, bro. Vamos con los chicos.

Tatwe asintió y se despidió de Tsawke guiñándole el ojo, ganándose un leve golpe en la nuca por parte de Fe'itew mientras la chica bufaba molesta.

Seguramente iba a ser razón de burlas más tarde en su hogar.

Caminó hacia el marui de Kamari y Ao'nung para encontrarse con Mi'ite, pues seguramente iban a ir a espiar a los chicos.

Mientras iba de camino varios na'vis de su edad aproximadamente se acercaban a ella, pero Tsawke aceleraba el paso para evitarlos y no tener que entablar una conversación con desconocidos, pues lo detestaba.

Al llegar se encontró con Kamari y su mejor amiga, Ao'nung había salido a hacer sus labores. Saludó mientras se adentraba al marui. — Te veo, Kam. Te veo, Mi'ite.

Las metkayina imitaron su acción, Kamari ya sabía que iban a querer salir asi que les entregó a cada una un pedazo de comida envuelta en algas y dos más adicionales.

— ¿Por qué cuatro? — Preguntó confundida la princesa del arrecife.

Kamari rió levemente. — Para Fe'itew y Tatwe.

Las menores sonrieron inocentes y corrieron hacia el lugar donde la mayor parte del tiempo se reunían los chicos y sus amigos.

Se escondieron detrás de unos arbustos y varia vegetación mientras comían la merienda que les había dado Kamari.

— Bro, debes hablarle. — Dijo Tatwe mientras revolvía el cabello de Fe'itew, jugando con sus trenzas. — Y no como amigo.

Un metkayina, amigo de ambos na'vis, apoyó la idea. — Mi'ite tiene varios pretendientes, además es la hija del Olo'eyktan.

Fe'itew escondió su rostro en sus manos. — Eso es lo peor, ¿Qué tengo yo?

Otro metkayina que había llegado recién le golpeó levemente la nuca mientras el príncipe de quejaba. — Eres el próximo Hazik, tienes dones, una gran familia, una hermana muy buena. — Tatwe se levantó de su asiento y lo empujó con una expresión molesta. — Hey, hermano. Tranquilo, era broma.

Tatwe bufó molesto mientras caminaba lejos de ahi, siendo seguido por Fe'itew. Las chicas comieron rápidamente su bocado analizando lo que acababan d escuchar y corrieron hacía la orilla del arrecife, actuando como si nunca hubieran escuchado la conversación.

Los chicos se acercaron donde ellas y las saludaron.

— Tomen, mi madre nos dijo que les dieramos estas colaciones. — Dijo Mi'ite entregándoles las algas con comida. Los chicos aceptaron gustosos, pues si tenían hambre.

Pasaron la tarde entre bromas y diversión, nadando en ilu, bailando, cantando, divirtiéndose, como siempre lo hacían. Pero esta vez fue diferente, había una especie de química entre Fe'itew y Mi'ite, Tatwe y Tsawke, pero ninguno iba a dar el siguiente paso.

último extra 😞.

— Kam.