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El ECLIPSE estaba a minutos de comenzar, por lo que ya se había oscurecido un poco, ya estaba anocheciendo. Selen'ka y Neteyam caminaban de la mano por la orilla camino hacia el Marui de Ao'nung, donde se encontrarían con los demás para tener una agradable cena. Llevaban frutos y comidas de los otros clanes que les habían traído los Hazik para compartirlas.
— ¿No es fantástico? Viviremos en el bosque. — Decia Neteyam emocionado por mudarse. Selen'ka igualmente estaba feliz, pero también se sentía nostálgica al dejar el marui donde habían vivido hermosos años.
Selen'ka asintió con una leve sonrisa. — Igual extrañaré este Marui, hay tantos recuerdos ahí.
Neteyam se detuvo y dejó el canasto un rato en el suelo para poner toda su atención en su esposa. — Ma'Seze, no olvidaremos esos recuerdos, yo también los aprecio mucho.
El omaticaya rodeó la cintura de la princesa con delicadeza atrayéndola hacia él con una sonrisa dulce.
— Pero creáremos más en el nuevo hogar.
Selen'ka sonrió y se besaron dulcemente a la orilla del mar, se detuvieron cuando sintieron unas gotas de agua caer sobre ellos. Era Lo'ak.
— Bro, a que te gano en llegar al Marui. — Dijo desafiándolo con una sonrisa juguetona.