𝐂𝐚𝐩 𝟏𝟎

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Por la mañana, luego del desayuno fui a la habitación de Klaus, necesitaba su ayuda

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Por la mañana, luego del desayuno fui a la habitación de Klaus, necesitaba su ayuda.

—Entré sin tocar y me recosté en su cama— Necesito tu ayuda

Elevó su ceja y me miró con curiosidad— ¿En que necesitas mi ayuda? —de repente una sonrisa se dibujó en su rostro— ¿esto tiene que ver con Cinco?

-Tal vez... —dije, haciendo que su sonrisa crezca más— necesito que me averigües algún lugar donde se vaya a hacer una fiesta

-¿Desde cuando quieres ir a fiestas? —preguntó, y yo lo ignoré—

-¿Lo harías por favor? Es importante... —lo mire con suplicación—

-Lo haré, pero a cambio quiero que me expliques de que se trata todo esto —asentí rápidamente— y...quiero que me cuentes todo sobre tu salida con tu enamorado

-Está bien, te contaré todo

Charlamos durante casi dos horas, le expliqué para que quería ir a esa fiesta y le conté todo sobre lo qué pasó ayer con Cinco.

-¿Ya se besaron? —dijo Klaus de repente—

-¿Qué? No...no, claro que no, somos amigos...—Me miro con un cara extraña— ¿Qué?

-¿Te gusta? —sonrió—

-¿Quién? ¿Cinco? No...creo, no lo sé, nunca me había gustado alguien —dije dejándolo de mirar—

-Yo creo que te gusta, están todo el día juntos y siempre hablas de él —sonrió aún más—

—suspiré al darme cuenta que tal vez Klaus tenía razón— ¿Qué se supone que haga? —volví a mirarlo—

-¿Tu que quieres hacer?

permanecí en silencio durante unos segundos— No lo sé, Cinco ya está pasando por mucho y no quiero ser un problema para él...

-Dudo demasiado que Cinco te vea como un problema —apoyó su mano sobre mi hombro—

—sonreí levemente— Creo que lo mejor es dejar que pase lo que tenga que pasar...

Continuamos hablando hasta que me dí cuenta de la hora y fui a ver a Cinco quien iba a estar en la enfermería con Grace.

[...]

Pasaron dos semanas y Klaus ya había encontrado una gran fiesta a la cual podría colarme con Cinco. Hablando de Cinco, él estuvo tomando sus medicinas y le contó a el resto de nuestros hermanos sobre lo que le ocurría. Papá volvió y eso hacía que cumplir la lista se me dificulte aún más, ya que podría notar nuestra ausencia.

La fiesta era esta noche y todavía no le había dicho a Cinco, así que me dirigí a su habitación, toqué su puerta y entré.

-Esta noche saldremos —comenté antes de que pudiese decir algo—

-¿A donde iremos? —preguntó dejando de lado su libro—

-Mhm iremos a una fiesta... —sonreí—

-¿Una fiesta? —frunció el ceño pero luego parecía haber entendido porque íbamos a una fiesta— ¿acaso nos colaremos en una fiesta? —sonrió—

-Puede que si, así que luego de comer prepárate —sonreí aún más grande, realmente estaba emocionada de hacer esto—

—su rostro cambió completamente— ¿Qué hay de papá? Si llega a notar que no estamos-

-No lo notará, y si lo hace no será tan grave, sólo pasaré una noche en el sótano y ya —él dudo un poco pero luego asintió—

El día transcurrió normal, luego de la cena fui a mi habitación y me coloqué un vestido que aún seguía de mi maleta. Intenté peinar mi pelo pero no me convencía de ninguna forma así que lo dejé como estaba. Ya estaba lista ahora tendría que esperar a Cinco y Klaus quien vendría con nosotros.

Por el lado de Cinco, él se había puesto un traje que hace mucho tiempo no usaba, ya que casi nunca había eventos importantes en la academia. Klaus estaba con él.

Corbata inútil! —susurraba el chico de ojos verdes mientras trataba de colocarse la corbata—
-¿nervioso? —preguntó su hermano—

-No, claro que no...—en realidad si lo estaba, y no sabía el porqué, ya que no era la primera vez que salía con ___—

Klaus solo reía por lo bajo al ver a su hermano, estaban en silencio hasta que dijo algo llamando la atención de Cinco.

-¿le dirás que te gusta? —el chico volteó y negó rápidamente— cuanto suspenso haces Cinco, apuesto a que estás desesperado por decirle y besarla de una vez por todas...

—Cinco tragó nervioso al oír lo último, y volvió a mirar su traje en el espejo— Ya estoy listo

Ambos chicos fueron a la habitación de ___, quien estaba impaciente y nerviosa al mismo tiempo por ir.

Cuando por fin ya estábamos todos listos Cinco nos teletransportó fuera de la academia y caminamos detrás de Klaus quien nos guiaba para donde ir.

—Cinco volteó a verme y sonrió— ¿qué pasa? —pregunté copiando su acción—

tragó saliva— Te ves...linda —pronunció viéndome a los ojos—

-Gracias...tu también

-¿También me veo linda? —dijo divertido—

—le di un pequeño golpe con mi brazo riendo— Sabes a lo me refiero —antes de que pudiese contestar otra voz habló—

-Aquí es —Klaus señaló a un lugar enorme con muchísimas luces y personas haciendo fila para entrar—

Tomamos las manos de cinco y el nos teletransporto adentro. El lugar era igual de hermoso que como se veía por fuera. Las personas vestían muy elegante al igual que lo era todo.

-Bueno, yo iré a tomar algo por allá, los veo luego —dijo Klaus guiñándole el ojo a Cinco—

Miré a Cinco con curiosidad y el solo ignoró la acción de Klaus. Recorrimos el lugar juntos, hasta que llegamos a una gran pista de baile.

—Miré a Cinco y le ofrecí mi mano— ¿bailarías conmigo?—

Él sonrió dejando que una pequeña risa se escape— Me encantaría —dijo finalmente tomando mi mano—

Bailamos como si de un vals se tratase, aunque la música era todo lo contrario a nuestro baile.

Reposé mis brazos sobre sus hombros y el colocó sus manos delicadamente en mi espalda, nos movíamos de un lado al otro lentamente.

No podía dejar que Cinco hiciese movimientos bruscos y que requieran mucha energía, podría hacerle mal. Así que permanecimos de esta manera durante varios minutos, hasta que su cuerpo se fue acercando al mío, haciendo que nuestros rostros estén más cerca que nunca.

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