𝐂𝐚𝐩 𝟏𝟔

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Al llegar observé la arena y el mar, y sobre todo,  lo que había a un costado de nosotros

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Al llegar observé la arena y el mar, y sobre todo, lo que había a un costado de nosotros. Había una manta que tenía una canasta encima.

Volteé a ver a Cinco quien me miraba nervioso.

-¿Quieres comer algo? —preguntó señalando la canasta—

—Asentí feliz y me senté en la manta junto a cinco— Esto es increíble cinco —dije provocándole una sonrisa—

Cinco sacó sándwiches de malvadiscos con mantequilla de maní, jugos, dulces y frutas.
Me ofreció un sándwich y lo tomé.

-¿Los hiciste tu? —pregunté sabiendo la respuesta—

-Claro que si, nadie más sabe hacer tan buenos sándwiches —dijo con arrogancia—

—Reí ante su comentario y comencé a comer el sándwich— No puedo negar que son deliciosos

-Te lo dije —dió un bocado—

Mientras comíamos el sándwich, empecé a pensar que Cinco no debería comer esto, pero dudo que una vez le haga mal. El comer constantemente es lo que le haría mal.

Luego de comer, nos sentamos mirando el mar, reposé mi cabeza sobre su hombro. El sol estaba comenzando a caer.

De pronto Cinco se levantó y me ofreció su mano, la cual acepté. Sonrió y sin aviso alguno me cargó en sus brazos y corrió hacia el mar.

En menos de un minuto, llegamos a la orilla, y Cinco sin bajarme preguntó "¿Sabes nadar?" Asentí y continuó corriendo hasta que una ola nos golpeó.

El agua helada chocó mi piel, erizándola. Comencé a salpicarlo y el a mí, hasta que una ola me tiro abajo del agua. Al levantarme tenía todo el pelo revuelto, lo que hizo que Cinco estallara en risas.

Me reí junto a él y continuamos divirtiéndonos entre las olas. El frío seguía ahí pero no me importaba en lo más mínimo.

-Mira! —le dije señalándole el sol que estaba apunto de ocultarse—

Miré con una sonrisa al astro, mientras nos iluminaba. Dejé de observarlo cuando Cinco me llamó suavemente.

-__...

-¿Si? —su rostro mostraba nervios, lo cual me preocupó un poco— ¿está todo bien?

-___ —me miró a los ojos acercándose a mi— ¿serías mi novia? —dijo de repente—

Me quedé en silencio por un segundo, mi corazón empezó a latir como si de una carrera se tratase, tenía miedo de que esto sea una broma, pero no sonó como si lo fuese, así que que me acerqué más a él y con la sonrisa más grande le respondí.

-Si —asentí sin parar— si, si quiero ser tu novia

Me rodeó con sus abrazos fuertemente, elevó su cabeza y ahora nos encontrábamos a centímetros. Podíamos sentir nuestras respiraciones agitadas.

Él tomó suavemente mi rostro acortando aún más la distancia entre nosotros. Su mirada bajó a mis labios al igual que la mía a los suyos.

—Sus ojos miraron los míos y preguntó— ¿Puedo? —asentí lentamente sabiendo a que se refería—

Cerré mis ojos al sentir sus labios sobre los míos. Coloqué mis manos detrás de su cuello. El beso continuo lentamente, nuestros labios se movían con torpeza, nos separamos un poco con las mejillas color carmesí, y nos sonreímos hasta que una ola nos tiro a ambos al agua.

Salimos del agua riendo por milésima vez en el día. Tomó mi mano mientras caminábamos hasta llegar donde estaban nuestras cosas.

Nuestras ropas estaban empapadas pero a él no le importó. Nos recostamos en la manta mirándonos.

-Gracias, por todo —no podía dejar de verlo— te quiero Cinco, mucho

-Yo también te quiero ___ —me rodeó delicadamente con su brazo mientras apoyaba mi cabeza sobre su pecho—

Podía escuchar como su corazón latía sin parar, me preocupé y me levanté un poco mirándolo.

-Cinco... —me interrumpió—

-Tranquila estoy bien —esbozó una leve sonrisa— solo está latiendo por ti

Sentí como mis mejillas se ruborizaban, me acerqué a él y lo besé suavemente.
El cielo estaba repleto de estrellas, luego de unas horas nuestra ropa estaba seca.

Cinco se levantó sacando una cobija, se recostó a mi lado nuevamente tapándonos a los dos.

Mirábamos las estrellas mientras acariciaba mi cabello.

-¿Quieres dormir aquí? —preguntó sin dejar de acariciar mi cabello—

-Si, sino como cumpliremos el deseo de dormir fuera de la academia y ver un amanecer? —sonrió y plantó un beso en mi frente—

Nos recostamos hablando ente susurros por más de que no haya nadie. Luego de un rato ambos nos dormimos.

Desperté con un pequeño rayo de luz, al abrir los ojos vi que estaba amaneciendo. Sacudí a Cinco despertándolo.

—se frotó los ojos y miró como el sol se elevaba iluminado la playa— Ya puedes tachar tres cosas de la lista —sonrió aun adormilado y yo hice lo mismo al saber a que tercera cosa se refería —

LISTA DE DESEOS
• Ver una estrella fugaz
Ir a un parque de diversiones
Ver un amanecer
Colarse en una fiesta
Dormir fuera de la academia
Volar
Enamorarme

Solo quedaba una cosa en la lista por cumplir. No era tan sencillo ya que no podía saber con certeza cuando habría una lluvia de estrellas, pero sabía que lograríamos cumplirlo.

Luego de unos minutos volvimos a la academia, nos cambiamos y fuimos a desayunar con todos.

Klaus me miraba a mi y a Cinco elevando una ceja. Le susurré que le contaría todo luego del desayuno.

-¿Ya son novios? —susurró y yo asentí haciendo que sonría—

Sonreí yo también con su reacción y a mi respuesta, me hacía feliz saber que estaba con Cinco, y que nada nos podría separar.

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