2. ALMAS GEMELAS +18

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Han pasado dos años desde que me mudé a Colorado, con mis padres Simon y Sara.
    Y en estos dos años ha pasado de todo. Hice nuevos amigos, conocí al chico más maravilloso que ahora es mi novio y lo amo mucho, su nombre es Zack Benson.
    Pasamos tantas cosas desde que nos conocimos en la secundaria. Comenzó siendo el más odioso de la clase, prácticamente no toleraba verlo y ahora es una de las personas más importantes para mí. Y hablando de Zack, esta noche vendrá por mi para llevarme a la cena con toda su familia por el aniversario de bodas de Paul y Kath, sus padres.
    Sara decidió ayudar con mi vestimenta, me compró un vestido hermosísimo color azul, el cual jamás habría pasado por mi mente comprarlo, soy muy sencilla y sino fuera por Sara habría ido con unos jeans. Volviendo al vestido, me queda ajustado a mi cuerpo, gracias a Dios he estado en forma. Combinó el vestido con unos tacones plateados y mi cabello suelto con ondas.
    —Suzette ¡Quedaste hermosa! — mi mamá hizo unos pequeños detalles más en mi maquillaje y quedé lista. Al verme al espejo, casi me voy de espalda, no me reconozco —¿Te gusta mi trabajo?
    —¡Me encanta! Gracias, Sara— la abracé con mucha fuerza.
    —A Zack le encantará ese cuerpazo— dijo con una mirada de picardía
    —¡Mamá! Aunque si, espero que le guste

Mis padres decidieron no ir, aunque los invitaron, porque es un momento muy familiar, según sus palabras. Ellos quieren mucho a Zack, lo toman como parte de nuestra pequeña familia.
    Unos minutos después Zack llegó por mí en el Jeep de la familia, ya que dijo que no sería apropiado recogerme en su motocicleta para esta ocasión.
    Vestía un traje negro, absolutamente todo negro, se veía demasiado guapo y sexy, su peinado elegante y rebelde a la vez, me encanta.
    —¡Oh por Dios! Creo que morí y llegué al cielo— se acercó a mi tomando mi mano para depositarle un beso. Tomó mi cintura para acercarme a él y darme un dulce beso en los labios. —Te ves hermosa, Suzette.
    —Tu te ves muy guapo, Zack

En el trayecto hacia la casa de los Benson, Zack no dejaba de decirme cumplidos y yo no dejaba de ponerme roja como un tomate.

Al llegar a su casa, todo estaba en absoluto silencio, me pareció demasiado raro, ya que normalmente sus once hermanos siempre andaban por toda la casa.

    —Zack ¿Porqué no hay nadie aquí?— La casa de los Benson era muy grande y a pesar de eso no se escuchaba absolutamente nada —¿La cena no será aquí?
    —Mis padres decidieron hacer la cena en la montaña, aprovechando que hoy no habrá turistas— los Benson tienen su negocio familiar de snowboard y ski. Hay un restaurante muy lindo donde supongo será la cena —Y la cena es las nueve, aún son las siete treinta, así que tengo tiempo para estar con mi hermosa novia— Vino hacia mí cargándome en sus brazos, solté un pequeño grito cuando comenzó a dar vueltas.
    —¡Zack! ¡Para!— me bajó pero tuvo que sostenerme para que no cayera al suelo, rio al ver mi cara de nauseabunda.
    —¿Estás bien, princesa?
    —Casi vomito, sabes que odio que hagas eso— tomé un cojín del sofá para golpearlo y él riendo comenzó a correr por la sala. Quedó atrapado en una esquina, pero no dejó que le lanzara el cojín, lo tiró de mis manos para tomarme a mí y dejarme atrapada entre él y esa esquina.
    —¿Sabes que no he hecho esta noche?— tomó mi rostro para verme a los ojos, recorría todo mi rostro con su mirada hasta que se detuvo en mis labios entre abiertos y yo vi los suyos, pasó su lengua lentamente por ellos —No he besado a la mujer hermosa que tengo enfrente.

    Y lentamente se acercó a mi boca, me vio de nuevo a los ojos para luego cerrarlos. Sus labios tocaron lentamente los míos, era de esos besos suaves que se disfruta cada movimiento de los labios, sus manos bajaron a mi cintura para acercarme más a él, rodee mis brazos en su cuello, mientras nuestro beso subía más de tono. Sus manos recorrían mi espalda y las mías sus fornidos hombros. Disfrutaba de la sensación de sus besos bajando por mi mejilla hasta mi cuello.
    —Hueles tan bien, cariño— susurró en mi oído —No sabes cuanto me encantas, Suzette— Su lengua rozaba con mi cuello causándome escalofríos, involuntariamente solté un pequeño gemido.
    Zack me cargó para que enrollara mis piernas en su cintura causando que mi vestido subiera hasta mi trasero, de nuevo volvió a besarme los labios con más intensidad, caminó hasta una de las habitaciones de la planta baja, cerró la puerta con su pie mientras seguía besándome. Llegamos hasta la cama donde me dejó al pie de ella.
    —Suzette, no puedo dejar de ver lo hermosa que estás hoy— me atrajo hacia él para besarme, nuestras respiraciones cada vez iban más aceleradas —Suzette, te... te deseo. ¡Dios! ¡Te deseo tanto!
    —Yo también te deseo, Zack— solté varios jadeos cuando empezó a besar mis hombros desnudos, sus manos recorrían toda mi espalda, pasaron por mi trasero apretándolo.
    —Tienes un hermoso trasero— juro que mi cara ardía por lo sonrojada que estaba.
    —¡Zack! Deja mi trasero— tapé mi rostro con mis manos, pero él mantenía las suyas en mi trasero, acariciándolo. Sus manos bajaron más hasta el borde de mi vestido...
    —¿Me permites?— lo que me encanta de Zack es que es muy caballeroso y cuidadoso, como la primera vez que tocó mi trasero, me pidió permiso para hacerlo. Él dice que nunca querrá obligarme a hacer algo que no quiero y lo amo por eso. Le hice un gesto de aprobación y una sonrisa satisfactoria se formó en su rostro, se sentó en el borde de la cama y me senté sobre sus piernas, de nuevo tomó el borde de mi vestido para empezar a sacarlo —Suzette, no quiero obligarte a hacer algo que no quieras y lo sabes. Si quieres que me detenga dímelo ahora.
    —No, Zack. No quiero que te detengas
Ahora fui yo la que lo besé con mucha intensidad, subió mi vestido hasta mi abdomen dejando al descubierto mis bragas rojas. Nos besamos con tanta pasión que ni nos separamos para poder respirar bien.

    Sus besos bajaron a mis hombros descubiertos, hice mi cabeza hacia atrás para darle más espacio, soltaba jadeos cuando pasaba su lengua por mi piel. Tomó mi vestido hasta sacarlo por mi cabeza, sus ojos casi se salen al ver mis senos sin sostén y por instinto los tapé con mis manos.
    —No... No lo hagas, por favor— la mirada y voz de Zack había cambiado, quitó mis manos para remplazarlas por las suyas. Tocaba mis senos de una manera increíble, que me era imposible no cerrar los ojos disfrutando la sensación.
    Desabroché cada uno de los botones de su camisa y el broche de su cinturón, disfrutando de la vista de su muy trabajado abdomen. Nos besamos con tanta pasión y delicadeza que nunca quiero terminar el beso. En su bóxer se notaba muchísimo lo excitado que estaba.
    —Tócalo— susurró en mi oído.
Con mucha timidez toqué su miembro que... ¡Oh Dios! Está como una roca. Solo lo había sentido cerca de mi pierna o mi trasero, pero nunca lo había tocado.

    Me colocó en la cama y él sobre mí, y enrollé mis piernas en su cintura, sus besos bajan por mi cuello, mis pechos, mi abdomen hasta llegar a mi pelvis. Dirigió su mirada hacia mí y me guiñó el ojo, para después empezar a bajar mis bragas, al sentir su respiración solté un gemido.
    Comenzó dándome besos en mi feminidad, pasando su lengua lentamente por mi clítoris y mis gemidos eran cada vez más fuertes, tomé su cabello para acercarlo más a mí. Se sentía tan bien.
    —¡Oh, Zack!— su lengua iba cada vez más rápido y yo sentía como mi cuerpo se contraía. Sentía que en cualquier momento podría correrme y al parecer lo presintió, porque se detuvo.
    —Sabes tan bien, cariño— me sonrojé antes su sexual cumplido —Quítamelo— señaló su bóxer que parecía que no daba para más por la erección que tiene.
    Tomé el borde de su bóxer para comenzar a bajarlo, su miembro estaba ansioso por salir. Él terminó por bajarlo para dejar a mi vista su muy erecto miembro y sentí como algo recorrió mi pelvis hasta mi feminidad. Me asombré mucho por el tamaño que tiene.
    Se abalanzó sobre mí sin aplastarme para unir nuestros labios y solté un gemido al sentir su miembro en mi entrada, ambos estábamos muy mojados.
    —Suzette, te amo como a nadie. Me hace feliz saber que eres mi alma gemela y que estarás conmigo siempre. Eres la mujer más perfecta— acaricié su rostro y le di un pequeño beso.
    —No sabes lo feliz que soy de que tú seas mi alma gemela. Te amo con no tienes idea, Zack Benson.
    Nos besamos con mucho amor, fue un beso sincero, de esos besos que se disfrutan con la persona que en realidad amas.
    Entre besos, su miembro entraba poco a poco en mí, solté un gemido fuerte cortando el beso al sentirlo adentro.
    —¿Quieres que me detenga?— negué con la cabeza, fuera del dolor, se sentía demasiado bien.

    Cuando me acostumbré a su miembro, empezó a moverse, arañé su espalda al sentirlo tan adentro, sentía como en cada movimiento mis paredes se abrían, ambos soltábamos gemidos ante la sensación tan placentera. Lo atraje más a mí con mis piernas, sus movimientos iban cada vez más rápidos y fuertes, mis gemidos aumentaban cada vez más, sin importar quien podría escucharme. La cama crujía con cada movimiento que Zack hacía. Se movía tan bien.
    —¿Te gusta?— apenas y podíamos pronunciar palabras, la voz de Zack era ronca y áspera.
    —¡Si! ¡Oh, Dios! ¡Me encanta!
Y sus movimientos aumentaros más, solté pequeños gritos al sentir mi cuerpo contraerse de nuevo y esta vez parecía no detenerse, sentía la necesidad de cerrar mis piernas en cada contracción. Soltamos un fuerte gemido cuando Zack acabó dentro de mí.

Salió de mí, para ir al baño, no sin antes darme un pequeño beso. Me envolví en las sábanas, buscando mis bragas. Vi la hora y faltaban quince minutos para la cena.
    —¡Zack! Llegaremos tarde. Hay que irnos— le dije colocándome rápidamente mi ropa interior
    —¡Maldición!
Salió corriendo del baño para empezar a vestirse. Traté de acomodar mi cabello lo mejor que pude. Estaba por salir del cuarto, pero Zack me detuvo.
    —¡Espera!— me atrajo hacia él casi besándome —Gracias por permitirme ser el primero
    Nos besamos por última vez antes de salir corriendo hacia la cena con el clan Benson. Definitivamente ha sido una de las mejores noches de mi vida...
Con mi alma gemela.


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Espero les guste mis lindos lectores, he modificado un poco las historias para estar más sobre las políticas de Wattpad, pero siempre con la escencia que tenían ❤️‍🔥
Pronto subo la siguiente historia ✨

ONE SHOTS +18 - By IsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora