ONE SHOTS +18 - By Isa

6. CADENA PERPETUA (+18) 1/3

5 años en una prisión mixta lo ha convertido en un hombre frío, malvado, egoísta, cruel y sin corazón. Justin Bieber, fue un empresario muy poderoso, lo tenía todo en sus manos y por supuesto las mujeres le sobraban. Hasta que... su esposa murió. O más bien se suicidó frente a él, gracias a su infidelidad.
Fue acusado por asesinar a su esposa. Nadie le creyó que ella misma tomó un cuchillo de la cocina y cortó su garganta frente él, mientras discutían debido a la infidelidad que Justin había cometido. Amaba a esa mujer, su bella esposa, Anne, la había amado desde que eran jóvenes, pero su mente le hizo una mala jugada, al tener tanto poder y tantas mujeres ante él, no pudo evitar estar con unas cuantas de las muchas que se le sometían. Anne supo todo a detalle y no soportó la humillación de saber que el hombre que amaba le hubiese engañado, no con una, sino con 10 aproximadamente.
El mundo de Justin cayó al ver a su esposa tumbada en el suelo de la cocina, ahogándose en su propia sangre. Trato de mantenerla con vida mientras llegaba la ambulancia, llorando como nunca antes lo había hecho, sus manos y ropa estaban manchados de la sangre de su amada, la cual convulsionaba entre sus brazos viéndolo fijamente a los ojos, la imagen que estaba viendo jamás se borraría de su mente, la llevaría presente el resto de su vida.
Para cuando la ambulancia y la policía llegaron, Anne, había muerto. La policía arrestó a Justin de inmediato, una de las criadas de la casa dio aviso que estaban discutiendo y que Justin la había asesinado. En su juicio fue sentenciado a morir en la cárcel, una de las peores cárceles del país.
Su vida perfecta había acabado.

JUSTIN

Son las 4 de la mañana. La hora donde nos tratan como los perros que somos. Si no estás despierto antes de que los guardias vengan a buscarte, posiblemente te lancen agua extremadamente fría, me pasó más de 15 veces y con el tiempo me acostumbré a despertar antes de las 5 A.M. todos los miércoles. Me vestí con mi ropa diaria, una playera blanca, pantalón negro y mis botas militar negras. Prefiero usar esto todos los días a usar el asqueroso traje azul de la prisión. Cuando llegaron a mi celda ya estaba listo para salir.
–Que puntual eres, Bieber– dos guardias siempre vienen por mí, desde una vez que intenté matar a uno.
Me sacaron de mi celda para llevarme al patio, donde están todos los presos del área norte de la prisión. Pude notar que los nuevos habían sido despertados con agua fría, lo supe por como tiemblan sus cuerpos. Los que ya me conocen me saludan con un movimiento de cabeza, incluso las mujeres, sería mentira si digo que no he follado con algunas de esas mujeres, pero ellas son las que me buscan, que puedo decir, llevar 5 años aquí no ha sido divertido. No permito que cualquiera de ellas se me acerque, así como hay mujeres sabrosas, hay mujeres malditamente asquerosas.
Nos colocaron en filas, como siempre. Los guardias y generales se colocan frente a nosotros, hay dos generales; el primero encargado de los hombres; Gordon Davis, su mismo nombre delata que es un maldito gordo depravado, viejo, de unos 50 años, piel blanca y grasa, da asco, ha violado a la mayoría de mujeres de este lugar. La segunda es la general encargada de las mujeres; Charlotte Cooper, ella no es tan asquerosa como Gordon, tiene unos 38 años, no es nada sexy, nada atractiva, es la mujer más amargada de la puta vida y lo único que necesita es una buena follada, por eso se acuesta con medio mundo aquí, a cambio de darles un mejor trato si la satisfacen. Me lo ofreció una vez, pero definitivamente no iba a caer en eso, no me imagino su coño, que puto asco.
–Buenos días, inútiles– Gordon habló, intentando intimidar, principalmente a los nuevos, pero lo único que puede lograr es gracia –Veo caras nuevas. Ayer fueron ingresados 5 del lado sur. ¡Al frente!– de esos cinco se acercaron dos chicos de unos 20 años, completamente niñatos.
–¡¿Acaso no escucharon?! ¡Al frente, maldita sea!– Los siguientes tres, eran dos hombres mayores, con aspecto de asesinos, casi dos metros de alto y la siguiente una mujer, de unos 35 años, se parece mucho a Charlotte.
–Espero que les quede claro que aquí se hace lo que yo diga. ¿Entendieron? Si llegan a incumplir mis reglas, no se sorprendan de lo que les puede pasar. ¡Vuelvan a sus lugares!– cuando no haces lo que estos idiotas te dicen, pueden llegar a romper tus huesos. Así que es mejor evitar esos putos problemas.
Cuando recién ingresé, ellos estuvieron contra mí, recuerdo que me rompieron una costilla por no "cumplir sus reglas". Por supuesto que no me dejé y le rompí el brazo a un guardia. Me encerraron en el agujero por dos semanas.
–¡Ahora escuchen! Para los que no saben, tenemos dos grupos de trabajadores. Los de mantenimiento interno y mantenimiento externo. Hoy al medio día se buscarán nuevos en cada área, quien desee integrarse, hablarán con los encargados– si en esta prisión quieres un poco de dinero tienes que trabajar. –Pero eso sí. No crean que cualquiera podrá ser aceptado, tienen que demostrar que serán capaces de trabajar. ¡¿Entendieron?!– exclamó el insoportable Gordon.
–Ahora, todos tomen una maldita pala y limpien este lugar– todos los miércoles debemos limpiar los patios, "misteriosamente" es el día más sucio de la semana.