- ¿Cómo rayos no vas a saber quién es el papá? - exclamó molesto su amigo caminando de un lado a otro - Felix, ¿qué pasó esa noche? - preguntó preocupado.
Se sentía culpable del embarazo de su mejor amigo, se arrepentía de haber dejado esa noche a F...
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— ¡¡De ninguna manera voy a permitir que renuncies!!, ¡¡Tú me perteneces desde que entraste a trabajar a este lugar!! ¡No te dejaré ir Felix! ¡Eres mío! — grito el dueño del bar donde trabajó por los últimos años.
—¡No soy suyo y jamás lo seré! ¡Así que no se equivoque señor Choi, no soy ningún objeto como para que diga que es mi dueño!, no le vine a preguntar si me va a dejar ir o no, le estoy avisando que no trabajaré mas para usted — habló seriamente Felix dejando su hoja de renuncia en el escritorio de su ahora ex-jefe. —Hasta luego — se dio media vuelta para caminar hacia la salida de la oficina.
— ¡Nunca podrás eliminar de tu vida que perteneciste a "Sexy Love", ese será tu castigó! ¡Me las pagarás Felix! —
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Dos meses después
— ¡Felix, vamos tarde, apúrate! — grito Jisung entrando a la habitación de su amigo. — Felix... — dijo en voz baja, su amigo observaba su habitación vacía. — ¿No quieres irte, verdad? ¿La extrañarás?— le tocó el hombro.
Entendía que su amigo estuviera emocional, vender y dejar la casa que fue de sus padres, dónde vivió feliz muchos años, no era fácil.
— No lo sé... tal vez — sonrió tocando la mano del otro omega. — Este lugar fue mi hogar por muchos años e irme me duele, ¿Crees que mis papás se molestarían por haberla vendido? — preguntó en voz baja.
— No creó, ellos estarían feliz de que pienses en tu bebé, sé que te gustaría quedártela, pero necesitas el dinero, lo que ganas con tus postres no es mucho — dijo — Pero ve el lado bueno, ya tienes un nuevo hogar para ti y tu bebé —
Felix soltó un suspiro, tenía razón, con su renuncia en el bar dejo de tener ingresos, tenía dinero ahorrado pero no lo suficiente como para cubrir los gastos de la casa, alimento y su embarazo, con lo poco que ganaba vendiendo postres no era suficiente, por lo que tuvo que vender la casa de sus padres, aquella vez que dijo que viviría en ese edificio, lo dijo sin pensar, no imagino que realmente viviría ahí.
— Yo... — llevó una mano hasta su vientre, estaba a días de cumplir los tres meses. — Tengo miedo de no ser un buen padre, mi bebé será infeliz a mi lado por no darle una familia, tal vez mi amor no sea suficiente para él, no me amará — comenzó a llorar.
