Capítulo 5

2.9K 256 47
                                    

Al otro día cuando despertó notó que no estaba en su pieza, por lo que se saba cuenta era la casa de Leandro, quién dormía tranquilo a su lado, algo confundido revolvió sus pelos y refregó su cara en busca de despertarse.

Al todavía sentir sueño se dispuso a acomodarse mejor contra el cuerpo del mayor para poder sentir su calor, la noche anterior había tomado bastante, quedando algo mareado, para su suerte no había hecho ninguna estupidez hasta donde él se acordaba, lo único que se reprochaba era el habrse pasado frente a los amigos de su pareja.

Sentía como las manos de su novio empezaban a acariciar su cintura, aún con los ojos cerrados se acomodó dejando su rostro en el cuello de Paulo, respirando tranquilamente su aroma.

-Pau, buen día- fue lo primero que dijo con su voz adormilonada y ronca. Sus manos pasaron de sostener la cintura del menor a colarse por los pantalones ajenos repartiendo caricias por la zona de sus glúteos junto a un par de besos en su cuello.

Todo esto había tomado de sorpresa a Paulo, quien se quedó estático en su lugar, si bien acostumbraban a darse algunas caricias no era nada como eso, demasiado repentino para el cordobés, pero eso no significaba que le desagradara lo que estaba ocurriendo.

De un momento al otro Paulo se encontraba debajo del cuerpo de Leandro, parecía que todo el sueño que tenía su pareja se había marchado tan rápido como llegó, los besos habían pasado de su cuello hasta su boca. Leandro estaba siendo rudo, mordiendo, estirando y succionando los carnosos labios de su pareja, quien solo se limitaba a suspirar entre beso y beso.

-Hijo de puta- soltó el menor luego de que su labio inferior fuera succionado de manera bruta, por poco se quedaba sin un pedazo de boca.

Al mayor no le podría haber chupado más un huevo el ser insultado por su pareja, al contrario sus besos se volvieron más brutos al igual que la forma en la que amazaba sus glúteos.

-No sabés las ganas que te tengo- susurró contra su oído. -Hacerte mío una y otra vez- cada frase se volvía más pausada que la anterior, liberando su caliente aliento y que chocara contra su nuca.
-Tenerte abajo mío rogando para que te garche con más fuerza, para sentirme más adentro tuyo-

Paulo no iba a negar que estaba más que caliente por la situación, nunca lo había escuchado a Leandro hablarle de aquella manera, tan sucio y tan vulgar solo había ocurrido cuando el de ojos claros hacía algún chiste con doble sentido, pero nunca más que eso.

No sabe en que momento quedó solo con su ropa interior puesta, como tampoco sabe en que momento su pareja había quedado en las mismas condiciones que él. Pero, de lo que si estaba seguro es que esa era la mejor manera de iniciar su día.

----------

No fueron una, ni dos rondas de sexo, sino tres que duraron más de dos horas, Paulo no sabía como iba a hacer para levantarse de la cama sin sentir que se desarmaba por completo, pero las ganas de mear que tenía ya le estaba ganando.

Sin despertar a su pareja se levantó de su cama y sintió sus piernas temblar, pero no fue impedimento para llegar hasta el baño, fue hasta el inodoro para poder descaegar su vejiga en paz. Cuando términó fue hasta el lava manos y al momento de mirarse al espejo sintió como su rostro se ponía de un intento rojo.

Lo siguiente que pasó fue que una almohada se estrelló contra la cara del mediocampista que se despertó totalmente desorientado.

-¿Pero que te pasa pedazo de boludo?- soltó con enojo sin siquiera mirar a su pareja.

-Sos un hijo de puta, así tengo que salir yo a la calle y prender a la noche-

Leandro por primera vez se dio vuelta para ver a su pareja y no pudo evitar estallar en carcajadas, Paulo tenía su labio inferior completamente hinchado y con unos moretones violetas, que claramente había hecho él, junto a su cuello tapado de chupones.

-¿De qué te reís? Pelotudo- nuevamente dejó un golpe con la almohada en su cabeza.

-Pero no te me vas a enojar por eso, mi amor- se levantó de la cama yendo a abrazar al menor por la cintura, desde la cama había visto como sus piernas temblaban.

-Mi amor mis dos pelotas, no me vas a volver a tocar en tu vida- hablaba con enojo.

-Pero si te quedan hermosas, aparte les sirve de recordatorio al resto de que sos solo mío- ¿Para que mentir? Últimamente Paulo recibía respuestas a sus historias con claros chamuyos, lo que hacía que Leandro estuviera celoso de eso, a pesar de que Paulo nisiquiera clavaba el visto y pasaba por completo de aquellos mensajes el mayor no podía evitar sentirse de esa forma.

-Me duele toda la boca tarado. ¿Cómo voy a hacer stream esta noche con la boca así? Parece que me metí botox-

-Mejor si no hacés, tenemos toda la noche para estar juntos de nuevo-

-Esta- habló mientras llevaba su mano por arriba de la tela del boxer para agarrar su miembro, por suerte muy educado. -No me vas a poner un dedo arriba ni aunque te mueras-

-Vos y yo sabemos que eso es una mentira más grande que mi cara- dejó un suave pico en los hinchados labios contrarios. -¿Querés que te haga acordar todo lo que me decías esta mañana?- una egocéntrica sonrisa aparecio en su rostro antes de empezar a burlarse de su pareja imitando su forma de hablar pero afinando su tono de voz. -Amor, ahí ahí, dame más Leo, haceme mierda Leo-

Paulo totalmente avergonzado se ocultó en el cuello de su pareja, quien de nuevo volvía a reirse a carcajadas.

----------

Su tarde de sábado había sido tranquila, Leandro no tenía partido ese día debido a que habían jugado hacía dos días, a demás la temporada había terminado, faltaba unos tres meses para que comenzara el mundial, y todas las ligas del mundo se quedaban en pausa hasta pasado este masivo evento.

Estaban sentados en el sillón mirando una película tranquilos hasta que el celular del mayor sonó, al mirar el identificador de llamada el nombre de su representante estaba escrito, con una ceja en alto tomó el celular y atendió.

-Ey ¿Qué pasó?- tomó el vaso con agua que estaba frente a él y no pudo evitar ahogarse con dicho líquido luego de escuchar lo que su representante dijo.
-Vos me estás jodiendo, decime que no es mentira porque voy a tu casa a buscarte-

Paulo no entendía nada, tras que estaba con un enfriador en la boca para bajar su hinchazón miraba totalmente confundido como su novio hablaba por teléfono y casi muere por tomar un trago de agua, unos minutos después la llamada terminó.

Sin tiempo a procesar nada ya tenía el cuerpo ajeno sobre el suyo, lo abrazaba como si el otro estuviera por irse a alguna parte.

-Leo. ¿Qué pasó? ¿Algo con el club?- de repente sintió que su cuello se empezaba a humedecer.
-¿Por qué llorás?-

-Me llamaron para jugar el mundial Pau, voy a jugar en el mundial- hablaba en un tono medio y sin modular a la hora de decir algunas palabras debido a que seguía escondido en su cuello.

-No sabés lo orgulloso que estoy de vos, no hay nadie que se lo merezca más, siempre vas a entrenar y se nota todo el esfuerzo que haces por el club y por poder ayudar a tu equipo-

Con una de sus manos acariciaba el corto pelo de su pareja, quién seguía en la misma posición estaba en un estado de shoock que no le permitía nisiquiera acomodarse.




Buenaaaas, este cap es un poco más corto a diferencia de otros, tuve mi upd y estuve organizando muchas cosas (ni hablar de que no dormí un carajo)
El lunes empiezo las clases y voy a intentar actualizar lo más seguido que pueda.
Si les gustó el cap no se olviden de comentar y votar, nos vemos <3

| Clip Viral | Paredes X Dybala FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora