Capítulo 12

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Habían pasado un par de días desde la polémica que se había armado en torno a Leandro, Camila y Paulo, por parte del primer mencionado había intentado por todos los medios saber del menor, lo llamó, escribió e incluso le preguntó a Julián, Rodrigo y Ángel que eran los más cercanos al cordobés, pero todos se habían negado a decirle algo del menor.

Mientras tanto en la casa en la que se estaban quedando el par de cordobeses estaban tomando helado mientras escuchaban música y charlaban, en eso el celular de Julián sonó y en la pantalla se podía ver el nombre del contacto "Enzo ❤️" antes de atender avisó a su amigo que iría a responder la llamada y se fue hacia el pequeño patio.

—Enzo, hola—

—Hola Ju ¿Cómo va todo por ahí?— preguntó desde el otro lado de la línea.

—Hasta ahora todo bien, estamos charlando y comiendo helado con Pau. ¿Vos cómo estás?—

—Bien, pero en cualquier momento mato a Leandro, no para de preguntar por Paulo, cada cinco minutos—

—¿Ese tipo no se cansa?— preguntó frustrado. —Seguí diciéndole que no, no le hables de Paulo—

—Si si, eso lo sé—

Pasaron varios minutos hasta que Julián cortó la llamada, y cuando volvió al living se encontró con Paulo guardando su celular.

—Va a venir Leandro— dijo sin más, Julián juraba que no sabía si matarse él, a Paulo, a Leandro o a los tres juntos.

—Diez minutos te dejé solo. ¿A qué viene?—

—Quiere hablar, dijo que después de que lo escuche promete dejarme tranquilo y que no vuelve a molestar a nadie— soltó en tono bajo, no sabía si la desición que estaba tomando era la correcta.

—Bueno, pero yo me voy a quedar en la pieza y si no querés hablar con él o lo que sea me llamas—

—Si si, vos tranquilo—

———————

Al transcurso de 15 minutos Leandro ya se encontraba en la casa, cuando llegó fue recibido por Julián y su cara de orto total, podía ser un amor, pero no iba a pasar por alto lo que pasó con su mejor amigo.
Cuando el mayor iba a pasar al living fue detenido por la mano del cordobés en su pecho.

—Ojo con lo que intentás hacer, máximo 10 minutos, sino vengo y te saco yo— fue lo único que dijo antes de cerrar la puerta e irse rumbo a la habitación en donde se encerró.
Por su parte Julián le envío mensajes a Enzo para descargarse, por lo que estaba pasando.

Leandro pasó al living, allí se encontró a Paulo sentado, había dejado el helado y estaba tomando mate, una muy buena combinación por suerte, caminó hasta estar parado enfrente del sillón donde estaba el menor.

—Pau ¿Cómo estás?— habían pasado solo cuatro días desde que se habían visto por última vez sentia, pero para el mayor había sido un eternidad.

—Mal ¿Qué querés que te diga?— suspiró —Vos creo que la pasaste joya—

—No Pau ¿Me puedo sentar?— señaló al costado del menor, este asintió y le dio espació en el sillón a su lado. —¿Qué querés?—

—Las cosas no son como las pintan los medios, yo no la besé a Camila, te lo juro—

—Hay fotos Leandro, yo mismo las vi— Paulo se había prometido no llorar, sin embargo sus ojos ya estaban aguados ante el solo recuerdo de aquella foto.

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