Capítulo 4

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Nathan

Al final cedí ante las insistencias de Mark y Simon sobre salir, habíamos decidido cenar en un italiano con las chicas que conocieron ayer y después iríamos a la discoteca Duplex, donde al conocerme, ya tenía un reservado asignado.

Pese a lo tarde que era me duché y opté por una camisa negra formal, unos pantalones beige y unas zapatillas Vans negras. Pasé a buscar a mis amigos con mi Audi A7 y nos dirigimos hacia el restaurante.

- Menos mal que por ser tú nos han guardado una mesa a última hora- dice Mark

- Pues sí, la verdad-

- Gracias por venir tío- dice Simon -sin ti esta noche no sería igual-

- Con lo pesados que sois no tenía remedio- comento dándole un golpe a Simon, que estaba a mi lado, en el brazo de forma amistosa - por cierto, ¿de dónde son las chicas? -

- De Modène- responde Mark - han venido cinco días-

Asiento con la cabeza pensativo.

Seguimos el resto del trayecto en silencio y cuando llegamos nos bajamos del vehículo, enseguida diviso a cuatro chicas esperando en la puerta, las observo rápidamente y mis amigos van directos hacia ellas, al verlos los saludan animadamente, yo me quedo atrás mientras se abrazan y enseguida mis amigos hablan.

- Chicas, os presento a nuestro mejor amigo Nathan Miller, el empresario más guapo y sexy que encontraréis en París- dice Mark

Me río ante su comentario y las saludo a todas de forma general sin fijarme mucho mientras mis amigos me van diciendo sus nombres.

Al entrar digo mi nombre y enseguida nos acompaña el camarero hasta la mesa que había reservado previamente.

Mis amigos babean por ellas y enseguida entablan conversación, pero yo estaba bastante distraído hasta que vi que la chica que estaba justo enfrente no me quitaba los ojos de encima.

No recordaba su nombre, pero es bastante guapa, al ver que la miraba también, miró hacia otra dirección rápidamente. Sonreí interiormente porque sabía que la había puesto nerviosa, ella se integró en la conversación con los demás y no me volvió a dirigir la mirada, mientras tanto yo me dediqué a observarla. Cada vez que se reía se le formaba un hoyuelo adorable en la mejilla, me fijé en sus bonitos labios carnosos cubiertos por un pintalabios rojo, también en sus ojos verdes con motitas marrones en el centro protegidos por unas largas y voluminosas pestañas y en su pelo castaño oscuro al parecer sedoso y brillante.

-¿Eres el hijo de Thomas Miller?- me pregunta una de ellas sacándome de mi escrutinio

- El mismo- respondo apartando la mirada rápidamente de la chica para que nadie sospeche

- Léa ya sabes- le dice dándole un codazo a la que está sentada delante mío

Esta simplemente me mira un segundo y acto seguido a su amiga haciéndole entender que no le ha hecho gracia el comentario, pero la otra la ignora.

- Es que estudia diseño- me comenta su amiga

Así que se llama Léa y estudia diseño, <interesante> pienso para mis adentros.
De pronto veo como se le tiñen las mejillas de un rojo suave y no tengo más remedio que aguantarme la risa para no hacerla sentir incómoda.

- ¿Dónde estudias? - le pregunto por curiosidad

- En la Sophia Antipolis - responde sin apenas mirarme

- He oído hablar de ella, es bastante buena por lo que me han dicho - le digo manteniéndole la mirada unos segundos de más esta vez

- Sí, está bien - responde fijando sus ojos sobre los míos demostrándome que no le intimido

Besos prohibidos en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora