Capítulo 6

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Nathan

Cuando vi a las chicas me sorprendí, por lo menos el hecho de ver a Léa ya que por la forma en la que se puso la noche anterior no creía que fuese a venir. Como estaba ahí decidí seguir con el pique, no por nada, sinó porque me hacía gracia la facilidad que tenía para irritarse y así me divertía un poco también.

Cuando me acerqué tanto a ella y me aguantó la mirada sentí un cosquilleo interno, así que cuando se alejó con Cloé lo agradecí. Me quedé con los demás en la cocina hasta que me llegó un mensaje de Madison, con la tontería ni me había acordado de ella, así que acudí hacia el salón ya que acababa de llegar.

- Hola - dijo dándome dos besos

- Hola- dije oliendo su caro perfume con aroma frutal

- ¿Cómo estás? , ¿Qué tal el trabajo?, ya vi por la prensa que te habían pillado al llegar de Londres -

- Sí, no sabes tú bien que vuelo más malo pasé, parecía una película de terror -

- ¿Por qué? - pregunta extrañada

- Muchas turbulencias -

- Bueno ahora ya estás aquí en tierra sano y salvo- dice dándome un apretujón en la pierna

- Sí, ¿tú que tal en el evento? -

- Bien, ya sabes, como siempre, nunca paro, apenas puedo sacar hueco para mí, menos mal que he podido venir hoy-

- Sí la verdad -

- ¿Me has echado de menos o qué? - pregunta acercándose más a mi

- Sí, pero ya sabes de qué modo-

- Tranquilo si yo también de la misma forma, aunque bueno, cada vez te echo más de menos y no sé porque - dice sincerandose

- Eso no es bueno Madison, desde el principio dejamos muy claras las condiciones -

- Ya, pero al final estas cosas no se pueden controlar y tú y yo llevamos tiempo viéndonos -

- Ya lo sé, por eso mismo en base a lo que me acabas de decir ahora creo que lo mejor es poner un poco de distancia, antes de que sientas más y luego sea peor, porque yo tengo muy claro lo que quiero - digo con tacto

- Está bien, me duele pero es lo mejor, espero que te vaya todo bien Nathan, dentro de un tiempo si quieres podemos intentar ser sólo amigos, ya sabes, para tomar algo de vez en cuando y charlar- dice con una sonrisa triste

- Sí, igualmente Mad, que te vaya todo bien-

Me despido de ella dándole un abrazo y me alejo con un nudo en el pecho ya que no me gusta hacer daño a la gente y menos en este caso porque no pensaba que ella fuese a sentir algo más que atracción física por mí, ya que es famosa y tiene a muchos hombres detrás.

Vuelvo a la cocina donde se habían quedado los demás antes y veo que están jugando a algo.
Me comentan que están jugando al birra pong, aunque es muy americano en todas las fiestas a las que voy solemos acabar jugando, así que se podría decir que se me da bastante bien.

Me pongo con Julie y Simon a contemplar la partida ya que son los que habían perdido en la ronda anterior y cuando termina felicito a Léa por la victoria, la verdad que me sorprendió la habilidad que tenía para lanzar la bola y que entrase en el vaso a la primera en casi todas las ocasiones. Decidí pedirle perdón porque estuve reflexionando después de hablar con Madison y tal vez me había pasado con mis modales de la noche anterior.

Ella aceptó mis disculpas y propuse enseñarles el ático, sabía que solo iba a venir ella ya que viendo el estado de Simon y Julie y que los demás habían desaparecido era lo más probable así que era una buena oportunidad para estar a solas y conocerla más.

Besos prohibidos en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora