Serie Destino libro #1
Ohm Pawat es un alfa de veintisiete años y dueño de su propia compañía disquera, en sociedad con Nanon Korapat, otro alfa de la misma edad. Hombres liberales y poco creyentes en esa mierda de los destinados, un alfa para un om...
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—Responde Chimon.
Otra vez Ohm levantó la voz y otra vez fue cortado por Nanon.
—Yo... yo, sí. Puedo percibirlo. Es bastante fuerte y peculiar.
—¿Qué hueles? Y ¿A qué huele el alfa? —El doctor seguía interrogando.
—¿Tengo que responder eso doctor? —Chimon moría de vergüenza.
—Dile pequeño. Esto es por tu bien. Nadie va a decirte o hacerte nada. —Nanon le hablaba suave para tranquilizarlo.
—Yo huelo a flores doctor. Y... y el aroma del alfa es a madera y cítricos.
Lo último lo dijo en un susurro y con la mirada en el piso.
—Es extraño que sientas una combinación de olores. Por lo general, los alfas y omegas que son los que poseen glándulas de olor huelen a algo, una cosa en específico y no a una combinación. ¿Estás seguro que no estás confundiendo los olores con perfume o algo así?
—Estoy seguro doctor.
Nanon volvió a tomar la palabra mientras presionaba su mano con la de Ohm
—Es posible que este percibiendo dos aromas doctor. Eso significaría que no hay tal cosa de los destinados en este caso.
—No hay confusión señor Korapat. Lo que le estoy diciendo está soportado por estudios y documentación que data de mucho tiempo. Ustedes lo saben, en la escuela incluso se nos habla sobre esto.
—Pero si los aromas fueran de dos alfas y no de uno sólo, ¿qué significa eso doctor? —ya que estaban hablando del tema, Chimon iba a averiguar todo lo que pudiera.
—Es algo realmente extraño, pero no imposible. Hay estudios más profundos que hablan sobre casos así, pero no tengo la información conmigo. Tendrías que acudir con un especialista en lazos y destinados —El doctor hablaba serio sobre el asunto— Por ahora deberás ir a descansar y no tomar más inhibidores por una semana. Tu cuerpo debe desintoxicarse. Toma mucha agua y duerme lo suficiente este fin de semana. Seguirás sintiéndote débil por unas horas más, pero el tratamiento que acabo de darte ha contrarrestado un poco la sobre dosis que recibiste y estarás bien.
—Pero debo seguir trabajando doctor. Ya perdí toda la mañana aquí y no puedo faltar al trabajo o trabajar sin tomar los inhibidores. Son las reglas —Chimon no quería perder su trabajo.
—Te irás a descansar esta semana y volverás cuando te sientas mejor. Debes seguir las indicaciones del doctor. —ordenó Nanon.
—Pero, señor Korapat. La próxima semana hay mucho trabajo y aún no termino de planear los horarios —estaba preocupado por cumplir con sus tareas— ¿Se puede hacer algo al respecto doctor? —Preguntó.
» El doctor le permitió trabajar, siempre y cuando descansara lo suficiente el fin de semana y no hiciera actividades extraordinarias fuera del trabajo y le dio un inhibidor en aerosol, el cual tenía un efecto relativamente limitado, pero roseándolo cada tanto funcionaría por unos días.
