En su casa, Ohm y Nanon discutían el mismo tema.
—¿Qué se supone que vamos a hacer, si todo lo que dice el doctor es verdad?
—No me interesa. Sabes que todo eso de los destinados es una basura. No sé por qué lo estás considerando tanto Nanon, acaso ¿ya no es suficientemente bueno estar conmigo? ¿Es eso?
—No malinterpretes mis palabras. No he dicho en ningún momento nada de eso, pero no vas a negar que sientes algo, yo tampoco lo niego. Aunque eso no cambia lo que siento por ti y te conozco lo suficiente para saber que tú tampoco vas a dejarme de lado por esto.
—No estoy interesado en un omega, me basta y me sobra contigo. Eres mi alfa, yo soy tu alfa y estamos bien así. —Para Ohm era muy difícil aceptar los instintos de su lobo. Además, no quería herir a su pareja ni sentirse herido por él. Llevaban mucho tiempo juntos y se amaban sin importar las grandes diferencias que implicaban su condición de género.
—También estoy bien contigo, pero entiende que no se puede ir contra el instinto y si te soy sincero, el chico me gusta mucho y no solo porque mi lobo lo desee.
—Entonces quédate con él y déjame en paz a mí. Ya te dije que no quiero un omega —El lobo de Ohm estaba furioso por sus palabras. Se estaba engañando a su mismo y eso no iba a terminar en nada bueno.
Nanon trató otra vez de razonar con él.
—No digas tonterías amor. No voy a cambiarte, ni vas a cambiarme por el omega. Pero al menos deberíamos tratar de averiguar qué pasa. Y aunque no lo digas, sé que a ti también te gusta el chico. Noto como lo ves y lo asustado que estabas hoy cuando se desmayó.
—¡Es que no es normal Nanon! Dos alfas y un omega ¿Acaso el destino se volvió loco? No lo acepto ¿Y qué si me gusta el chico? Es sólo eso, gustar y nada más. Te quiero a ti.
La negación de Ohm era entendible para Nanon. Él tampoco estaba dispuesto a sacrificar su relación por algo tan repentino e inesperado, pero hay cosas que simplemente son inevitables y contra el destino no se puede luchar.
Dejó el tema por ahora y se acercó a su pareja para tratar de confortarlo. Se sentó junto a él en el sillón de su amplia sala y lo besó de manera tierna. Serían alfas dominantes, pero en la intimidad eran muy dulces el uno con el otro.
—Todo estará bien, ¿okey? —y lo volvió a besar para transmitirle todo lo que sentía.
Besos y abrazos que los hacían sentir mejor, junto a sus aromas que, aunque fuertes relajaban al contrario.
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Empezaba una nueva semana. La tercera para Chimon, trabajando como asistente. Había descansado todo lo que pudo el fin de semana, aunque no podía dejar de darle vueltas en su cabeza al asunto de los destinados y lo que habían investigado sus amigos.Pero había llegado a una conclusión por el bien de todos, de él y de su trabajo. Se olvidaría del tema y haría como si nada sucediera. Cómo todo ese tiempo. Ya encontraría a un alfa con el tiempo que si fuera para él. No podía siquiera pensar en ser rechazado por esos dos alfas.
Llegó temprano como de costumbre. Había empezado a usar el inhibidor en aerosol y se encontraba ordenando su escritorio cuando sus jefes llegaron.
—Buenos días señor Pawat, señor Korapat. —saludó con una reverencia sin verlos a los ojos y con total indiferencia para disgusto de los otros dos.
—Buenos días ¿Cómo te sientes? —Preguntó Korapat.
—Estoy perfectamente señor, gracias. —respondió Chimon— La agenda para hoy está lista y justo ahora tienen una reunión con los organizadores de los conciertos para el debut del joven Gun el próximo mes. Luego el señor Off Jumpol los espera en el estudio principal para las pruebas a la nueva banda. Están listos los contratos que pidieron la semana pasada, para que los revisen y los firmen y después de la hora de la comida tienen programadas las grabaciones de los otros artistas a los que están produciendo ustedes personalmente. —enumeró.
—Se nota que en lugar de descansar te la pasaste trabajando todo el fin de semana. —dijo Ohm.
—Hice el trabajo desde la cama, así que si he descansado señor. No tiene de que preocuparse.
Así pasó el día, entre programación y programación. Y el siguiente y el siguiente. Para el miércoles, Chimon había recuperado un poco el ánimo y mientras sus jefes estaban en estudio, él ordenaba un poco la oficina a la vez que practicaba para su clase de canto de ese día. Tenía evaluación y era muy importante salir bien.
...Quiero que seas tu propia luz, cariño
Deberías ser tu luz
Así no dolerás más
Así podrás sonreír más
Quiero que seas tu noche, cariño
Podrías ser tu noche...Estaba tan concentrado, que no notó que desde la puerta Ohm lo escuchaba cantar y se deleitaba en su preciosa voz. Hasta que esté habló a su espalda.
—Cantas muy bien mocoso.
Chimon dio un respingo por el susto acompañado de un chillido que hizo reír al alfa.
—Cálmate. Solo soy yo. No voy a hacerte nada.
—Disculpe señor Pawat. No lo sentí entrar.
—¿Por qué no lo notarías? Conoces mi aroma y el de Nanon. Se lo dijiste al doctor Thanapat el otro día.
—No... no es... no es así señor Pawat. Está confundido.
—¿Lo estoy? Dijiste claramente que podías sentir dos aromas. Madera y cítricos. Esos son el de Nanon y el mío ¿Por qué no lo dijiste antes? —Ohm estaba peligrosamente cerca y Chimon estaba demasiado nervioso para poder pensar con coherencia.
—De verdad lo siento señor. No lo creí correcto.
—Sabes lo que eso significa ¿cierto? Escuchaste al doctor ese día ¿Qué tienes que decir al respecto? —Ohm ni siquiera sabía que esperaba como respuesta a esa pregunta, pero espero pacientemente mientras su lobo peleaba por salir a la superficie y reclamar al omega frente a él.
—No tengo nada que decir al respecto señor. Creo que el doctor está equivocado, es una total locura. —Chimon realmente pensaba que era una locura, pero su lobo le decía lo contrario. Aunque no pensaba admitirlo. Ya había decidido dar por terminado ese tema.
—¿Realmente piensas eso? —Nanon se encontraba de pie en la puerta con las manos en los bolsillos y había escuchado la conversación.
Un nuevo sobresalto para Chimon al no haber advertido tampoco la otra presencia por estar perdido en sus pensamientos.
—Es la verdad señor. No tiene lógica lo que el doctor ha dicho y en todo caso yo no podría estar conectado a ninguno de ustedes. Es sólo una confusión.
Ambos alfas se acercaron y flanquearon a Chimon por cada lado.
—¿Ah sí? ¿Eso es lo que crees? Porque tu cuerpo y tu aroma dicen otra cosa.
—Por favor, no hagan esto. Ya les dije que es sólo una confusión. Ustedes son una pareja y yo estoy aquí únicamente para trabajar. —Chimon se alejó hacia su escritorio mientras que los alfas se quedaron viendo con una sonrisa cómplice en los labios.
𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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Destino inesperado (#1) - H.A #27
FanfictionSerie Destino libro #1 Ohm Pawat es un alfa de veintisiete años y dueño de su propia compañía disquera, en sociedad con Nanon Korapat, otro alfa de la misma edad. Hombres liberales y poco creyentes en esa mierda de los destinados, un alfa para un om...