Llegaron a la casa ardiendo en deseo. Ya no importaba si eso era normal o no. Que, si era mal visto, nunca les había importado a los alfas y ciertamente al omega en ese momento sólo le importaba sentir las caricias y besos que estaba recibiendo.
Entraron a la habitación principal donde los aromas de los alfas eran más fuertes y Chimon sentía que podía morir ahí mismo. Era una euforia tan grande que su lobo estaba a punto de dominarlo, si es que no lo había hecho ya.
Ohm se dio a la tarea de desvestirlo lentamente bajo la atenta mirada de Nanon.
—Eres precioso Chimon.
El alfa de cabello castaño se deleitaba con la vista y se desvestía a la vez.
—Tóqueme señor Korapat, por favor.
El alfa se acercó más y empezó a dar caricias desde su espalda hasta su vientre, besaba su cuello y apretaba sus caderas. Los tres estaban tan duros que dolía, y el olor del lubricante natural del omega era exquisito.
Entre beso y beso dos manos grandes se apoderaron del pene de Chimon e iniciaron un ritmo lento sobre el mismo.
—¿Quién quieres que te tome primero?
—No importa quien, pero los quiero a los dos.
Chimon gemía bajito y sentía una presión en su bajo vientre mientras era masturbado por los dos hombres.
—Primero harás algo por nosotros.
Nanon se sentó al borde de la cama de piernas abiertas en una clara invitación.
—Chúpasela a Nanon cariño.
Chimon se puso de rodillas y tomó entre sus pequeñas manos ese gran pene que le hacía agua la boca. Tentativamente dio una lamida a la punta y sintió como el alfa se estremecía y se aventuró a tomar más. Lamía toda la extensión con parsimonia y en un tanteo lo introdujo a su boca todo lo que pudo.
Lo chupaba como a una paleta y el sabor del pre semen se le hacía delicioso. La excitación lo estaba volviendo loco y los gruñidos del alfa eran un incentivo, la humedad ya escurría por sus muslos y de un momento a otro sintió la segunda presencia de rodillas tras de él y unos dedos intrusos acariciar los bordes de su entrada a la vez que una boca húmeda dejaba rastros de besos por su espalda.
"La boca del señor Pawat es tan caliente y la polla del señor Korapat sabe a gloria" pensaba Chimon.
Jadeos, gemidos y gruñidos se perdían entre las cuatro paredes.
—Detente, o voy a correrme y no queremos eso aún pequeño.
Fue apartado de su sabroso dulce y ayudado a ponerse de pie nuevamente.
Una vez más estaba rodeado por los alfas que tomaban cada uno una de sus abultadas nalgas y sobaban morbosamente hasta que sintió el primer dedo presionar su entrada y se encogió en su lugar por lo bien que se sentía.
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Destino inesperado (#1) - H.A #27
FanfictionSerie Destino libro #1 Ohm Pawat es un alfa de veintisiete años y dueño de su propia compañía disquera, en sociedad con Nanon Korapat, otro alfa de la misma edad. Hombres liberales y poco creyentes en esa mierda de los destinados, un alfa para un om...