Club luz roja

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Emily

Me desperté temprano, a pesar de que era sábado, fui a corre, y apenas llegué recibí un mensaje de Sydney diciendo que ya venía no veía la hora de hablar con ella y solucionar todo eso,y correr a la casa de esa rubia, mi rubia y declara todo mi amor. Subí y me di una buena ducha, me estaba cambiando de ropa cuando escuché sonar el timbre, debe ser ella, terminé de arreglarme y bajé. Ella ya estaba entrando por la puerta abierta por Marlene.

-Buen día mi amor. - Sydney

-Buenos días Sydney, nunca llegué a llamarla amor.-

- ¿Emily quieren algo? -Marlene

-No Marlene, está bien. -

Ella fue a la cocina y yo fui con Sydney a la sala de estar, nos sentamos y creo que ella se dio cuenta que el tema era serio.

-Amor por que estas seria, que ocurrió

-Necesitamos hablar.

-Puedes hablar.-

-No se ni como decirte esto, pero sabes cuando me conociste que yo estaba en el pozo por culpa de una persona, me divertí mucho contigo, pasamos varios buenos momentos, más lo que yo no podía olvidarla, eres una persona increíble, pero ella es el amor de mi vida, y si me quedo contigo, será injusto contigo y conmigo, te mereces una buena persona, que te respete y te quiera, y yo no soy esa persona. - Me miró con los ojos llenos de lágrimas, no había otra forma de decirlo, es difícil pero tenía que decir la verdad.

-Es la rubia del club, ¿no? Alison es su nombre. -

-Eso no importa. -

-Vi la forma en que la mirabas, no soy tonta, incluso puede que parezca que no lo soy, vi el ambiente, ella se fue y ni siquiera me miró a la cara, mierda ni si quiera dijo hola, y desde ese día cambiaste conmigo.

-La amo, y no puedo negarlo. -

-Es una pena, porque me enamore de ti, de tu intensa forma de ser, espero que te ame como tu la amas. -

- Yo lo hice, ella siempre me amó y yo no lo aprecié, estoy preparado para arreglar todo mi error.

-Se Feliz Emily, fue un placer tenerte esta vez en mi vida. -

-Tú también, de verdad quiero tu felicidad. - Se emociono y se levanto no lo puedo negar me dio pena verla asi, estas cosas y mierda dura, la acompañe hasta la puerta y me despedí con un abrazo.

Cerré la puerta, respiré hondo y vi venir a Marlene de la cocina

- Como estas mi niña.

-¿Escuchando mis conversaciones ahora?

-La cocina está justo al lado. -

-No quería engañarla más.

- ¿Ahora vas tras Alison?

-Sí, ya no aguanto más, ella lo es todo para mi.

-Lo sé, y espero que hagas todo bien ahora.

-Sí, esos meses lejos de ella sirvieron para poner la cabeza en su lugar, para ver puntos negativos y positivos

-Eso está bien mi amor, serás feliz, tú te lo mereces.

La abracé, me encantó ese abrazo de madre que ella me dió, volví a subir y tomé mi celular marqué el número de Hanna, era un poco temprano aún más necesitaba hablar con ella.

Marcó y marcó hasta que ella contestó

-Hola. - que voz tan dormida

-Despierta banana. -