"Y yo caminaría por todos los desiertos de este mundo y aun muerta te seguiría buscando, a ti, que fuiste el lugar del amor".
Alejandra Pizarnik.
Kensington-Londres septiembre de 1932
—Mike, Mike...
—Candy, qué ha pasado —Mike se apresuró y abrió la puerta de su habitación.
—Mike, Terry no ha llegado, son las dos de la madrugada, estoy preocupada por él. Se supone que tendrían una cena para firmar el contrato y regresaría a casa.
—Dame unos minutos, me vestiré y saldré a buscarlo.
—¿Crees qué le haya podido pasar algo? —preguntó ella muy angustiada.
—No Candy, a lo mejor se quedó trabajando o conversando con Charles, no te preocupes. Además, Terry es un callejero con ropa cara, sabe cuidarse, seguro que no es nada —le dijo Mike en tono calmo.
—Te espero en la cocina, bajaré a hacerme un té.
Cuando Mike, ya vestido llegó a la cocina, Candy le sirvió un té también a él.
—Toma una taza de té, no sé si es buena idea que salgas a la calle a buscarlo, mira la hora qué es Mike. Quiero pensar que se quedó dormido en el camerino del teatro.
—Pero estás preocupada, no me molesta ir, de verdad, si así te vas a sentir más tranquila.
El ruido de un auto estacionando fuera de la casa los alertó, Candy salió disparada a la ventana de la sala para ver si era Terry. De inmediato comprobó que no era el auto de su esposo, de hecho, no conocía aquel auto. Pero Mike sí.
—Es el nuevo auto de Charles, y ese es su chófer —entonces salió hasta la calle para ver de qué se trataba.
Un hombre de complexión mediana y rasgos indios se apeó, y caminó hacia la parte trasera, abrió la puerta e intentó bajar a un hombre, mucho más alto que él. Era Terry, en tal estado de ebriedad que no podía ni dominar sus propias piernas. Mike se movió rápido para ayudar al hombre. Además, su amigo y patrón no se comportaba muy amable, a pesar de que lo había traído sano y salvo a su casa, discutía con él, o mejor dicho con Charles W. Reclamaba que lo estaban tratando como a un niño.
Mike indagó con el chófer, y éste le comentó que después de una cena de negocios, ambos hombres fueron hasta un bar y bebieron varias botellas.
—Gracias por traerlo, yo lo llevaré adentro, su esposa está despierta y lo está esperando. Yo me encargó de él en adelante.
Mike hizo un gran esfuerzo por sostener a Terry, quien era más alto, y fuerte. No era la primera vez que lidiaba con su viejo amigo en tal estado. Lo terminó de sacar del auto, sujetándolo con fuerza. Él lo reconoció de inmediato.
—Mike amigo, creo que estoy un poco ebrio.
—No duquecito, estás completamente borracho, y tu esposa te está esperando, despierta, estamos en tu casa en Chelsea, trata de enderezarte. Candy te está mirando por la ventana, va a matarte.
—Jajaja de qué hablas no vivo en esta casa, vivo en un edificio del centro.
—Dios mío, cuántas botellas bebiste. Está es tu casa idiota, te mudaste aquí hace casi un año. La compraste para tu esposa y tus hijos. Lo mejor es que cierres la boca, para que no te metas en problemas con Candy.
—Por qué me metería en problemas con Candy, soy un adulto y ella no me da órdenes, no es mi madre, de hecho, nunca tuve una madre que me regañara, solo las monjas.
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Dear Terry: amarte es para siempre
Fiksi PenggemarQué sucede en la mente de Terry cuando descubre que Candy, se ha casado con Neal Lagan empujada por las presiones familiares. Cuáles serán las consecuencias de un nuevo encuentro entre ellos en Chicago. Los personajes de Candy Candy pertenecen a Ke...