Capítulo 6

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Pero esto no puede ser
(Confesiones de una Luna enamorada)

Tenía ganas de escribir algo, muchas ganas la verdad, así que le pregunté a mis contactos sobre que temas les gustaría leer y obtuve varias respuestas:

Tammy: El amor.


Matt: La libertad


Azrael: Escribe sobre mí ;)


Amanda: Los mejores amigos.


David: ¿Confesiones?


Pues... Elegí confesiones.

Llevaba tiempo sintiéndome de forma diferente con respecto a David. Habían pasado casi un mes y medio desde que comenzamos a hablar, ya sentía que lo conocía mucho y lo que conocía me encantaba. Él me dejaba leerlo de una manera muy personal e íntima.


Sé que él tiene novia, pero yo creí que se podía sentir como yo, así que quise saberlo de una vez por todas.


Escribí la confesión :

¿Que quieres que te confiese?
¿Que los cometas se quedan pequeños para compararte con ellos y que la historia que te conté era mucho más personal de lo que admití?
¿Que si volví a dibujar por tu melena alocada y que cuando te leo te comprendo y te conozco más de lo que piensas?
Te podría confesar tantas cosas que cuando intento escribirlas ninguna sale.
Y no se por qué si escribir me resulta fácil y según los que me leen transmito muy bien, pero no creo transmitirte nada cuando me lees y no se si me equivoco o tengo la razón.
¿Que te puedo confesar?
Dime tu que más podría decirte si últimamente me quedo despierta hasta tarde esperando tus mensajes y aunque sean estupideces te juro que me río más que antes, eso no quiere decir que solo me des gracia, para nada, eso quiere decir que me la paso mejor hablando contigo de lo que comúnmente me pasa con los demás.
Puede que en este escrito no haya utilizado esas palabras que tanto trato de rebuzcar, pero en él estoy siendo más yo que nunca.
Y sin saber que confesarte creo que te he confesado ya demasiadas cosas,incluso más de las que me cuestan confesar.

Terminé de escribirlo y lo copié en nuestro chat. Un minuto después me respondió:



Dv: ¿A quien le escribiste esa confesión?



Km: Me dijiste que escribiera sobre ese tema y eso hice.


Dv: No respondiste mi pregunta.


Km: ¿Por qué te importaría saberlo?


Dv: Curiosidad.


Km: En serio no te has dado cuenta.


Lo escribí más como una afirmación que como una pregunta.


Dv: ¿De qué exactamente?


Km: Si le prestases más atención a lo que escribo quizás te enterases.


¿Se estaba haciendo el ciego?


Dv: Lo he leído tres veces. Pero no entiendo que dices.


Km: Que eres tú, todo este tiempo fuiste tú.


Me desconecté por miedo a su respuesta, sabiendo que en cualquier momento tenía que hacerle frente.


A eso de las 11:00pm ya debía estar dormida, pero tenía insomnio y ni siquiera la lectura me había ayudado a conciliar el sueño. Di tantas vueltas en la cama que al final terminé agarrando el celular.



Dv: ¿Me escribiste eso a mi?


Km: Si.

Él también estaba en línea.

Dv: Lo volví a leer. Ahora todo tiene más sentido.


Km: ¿Recuerdas el primer escrito mío que leíste? Pues también habla sobre ti.


Dv: ¿De verdad sentiste todo eso?


Km: Exactamente así.


Dv: Sabes que tengo novia y me siento muy bien hablando contigo Kamila, pero esto no puede ser.


Ahora me sentía incluso peor que la primera vez que pasó esto, porque ahora si lo conocía, tenía presente que no sería tan fácil hacerlo de lado en esta ocasión.

De la Luna a SaturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora