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Ꮺ ָ࣪ capítulo 14 𓂃

Jaemin acariciaba el pecho desnudo de su esposo besando su cuello hasta que se llenó de valor para hacerle la pregunta que le había estado atormentando toda la semana.

–Mi amor.

–Mmmh. – Dijo con los ojos cerrados disfrutando las caricias.

–Tengamos otro bebé, casi no disfrute mi embarazo y creo que los niños serían felices con otro hermanito. Tal vez una niña.

Jeno abrió los ojos de golpe. Miró alrededor de la habitación antes de posar su mirada en los ojos ansiosos de su esposo. Sonrió besando la frente del menor. Con un brazo deslizó el delgado cuerpo lejos de él, permitiéndose bajar de la cama.

–¿Quieres que empiece el desayuno? – Buscó su ropa interior hasta que la encontró en la silla a un costado de la mesa de noche.

–Jeno. No me cambies el tema.

El mayor no respondió. Se puso una bata desapareciendo en el baño y, para evitar que su esposo lo siguiera, cerró con llave.

–Lee Jeno. ¿Por qué me ignoras?

Con furia se levantó de la cama sin importar que estaba desnudo. Dio varios golpes en la puerta esperando a que se abriera, más nunca fue así.

–Siempre haces lo mismo. – Murmuró vistiéndose. –¡Abre la maldita puerta! – Gritó con las manos sobre la pretina de sus pantalones de pijama.

–¡Me estoy bañando!

–Bien. En algún momento tendrás que salir de ahí.

Jaemin se puso a acomodar la cama murmurando maldiciones al mayor. Estaba tan concentrado que olvidó mirar constantemente al baño. Jeno asomó su cabeza y corrió hasta el vestidor cerrando las puerta corredizas.

–¿Tan grande tienes el cuerpo? ¡Ni una mujer tarda tanto bañándose!

–Señor Jaemin. – Habló una de las niñeras desde afuera de la habitación.

–¿Qué?

–Mini está despierto y quiere entrar.

Resignado abandonó su guardia frente a la puerta y fue a recibir al rubiecito. Lo cargó dándole muchos besitos por toda su carita.

–¿Y api? ¿Lone eta Ottori?

–Se está bañando. – Señaló con la barbilla el baño.

–Hola, Mini. – Saludó Jeno completamente vestido. Hasta con el traje puesto y el abrigo largo sobre sus hombros.

–¿A qué hora saliste del baño?

–Hace rato. – Murmuró cargando a su pequeño. –Hola, mi amor. ¿Cómo está el rubio consentido de papi?

–Mien. Mami nojalo. – Dijo chupando su pulgar.

–Creí que yo era tu favorito. – Susurró el diseñador

Jeno miró de reojo a su Sultán, quien echaba humos por la orejas. Lo ignoró saliendo de la habitación con todo y su hijo en brazos. Solo iría a despedirse de sus otros dos hijos para después marcharse o de lo contrario Jaemin volvería con sus preguntas y él no estaba preparado para decírselo.

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Jae caminaba de un lado a otro en su oficina. Mordía uno de sus lápices favoritos con una mano en su cintura y la vista perdida. Formulaba miles de razones del porqué Jeno siempre le rehuía al tema del embarazo. En varias ocasiones le lanzó indirectas muy directas, pero Jeno lo evadía dándole besos o cambiando el tema por algo relacionado con las empresas.