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Ꮺ ָ࣪ capítulo O3 𓂃

La felicidad de sus hijos era tranquilidad para él, después de todo lo que pasaron en su vientre le sorprendía que ellos fueran muy alegres y extrovertidos, quizás eso lo sacaron de su padre porque de su parte preferiría quedarse en la cama todo el día disfrutando de un buen sueño, dibujar con música relajante o leer algo de historia.    

El momento de empacar estaba cerca y quería estar con ellos antes de irse a Italia, pensó en varias actividades para hacer juntos y ninguna le parecía lo suficiente divertido para sus tres tornaditos. Cuando eligió pintar se lo pensó por mucho tiempo, sus retoños no eran de quedarse en un solo lugar y estaba seguro de que harían un desastre; la mejor opción fue si pintar, pero a escala donde sus "errores" o "desastres" fueran parte de su propio arte y, que mejor lugar para plasmarlo que su propio cuarto, si lo analizaba bien, estaba matando dos pájaros de un solo tiro pues los entretenía y le daba un cambio a la habitación de los pequeños.   

Los trillizos corrían de un lado a otro con brochas pintando parte de la pared o al menos hasta donde ellos alcanzaban, de vez en cuando se pasaban las brochas en los overoles del otro o en sus caritas, Jaemin dejaba que lo hicieran, ya después Jeno lo ayudaría a bañarlos, así que no tenía por qué preocuparse.   

–Niños. – Llamó sentado con las piernas entrelazadas. –Venga para que les tome una foto y la envíe a papi cachorrito.   

–¡Tiii! ¡Poto! – Gritó feliz Minhee dejando caer la brochita para ir hasta su mami. 

–Poto , poto, poto. – Repetía Hyeongjun dando saltitos.   

–¡API! – Dijo Tae corriendo a la puerta pensado que su papá había llegado.   

–No ha venido papi, bebé. – Acomodó el gorrito con orejas de conejo sobre la cabecita de Mini.  

Minhee, Hyeongjun y Taeyoung vestían overoles como su mami, pero la diferencia de estos es que tenían un pompón que simulaba ser la colita de un conejo, los compró así porque no había normales (según él, pero la verdad es que le parecieron lindos y le recordó a los conejitos de Zootopia), llevaban suéteres lisos debajo de diferentes colores, blanco para Hyeong, azul para Tae y gris para Mini. En sus cabecitas gorritos con orejas de conejo; Jaemin amaba vestirlos con cualquier cosa que les hiciera referencia a animalitos y agradecía que Jeno no lo regañara o quisiera cambiar su forma de vestir.   

–A ver, quiero que se abracen como los hermanitos que son.   

–No, ma~mi.   

–Hyeongjun, abraza a tus hermanos. – Dijo firme mirando al pelinegro.   

–Ti. – Tomó la manito de sus hermanitos para después ser apresado por los bracitos de los otros dos trillizos que atacaron su carita con besos.   

–No se muevan. – Pidió enfocándolos con la cámara. –Son tan lindos~    

–Señor Jaemin. – Llamó Nayeon parada en la puerta. –El señor Lee está en el teléfono.  

–¡Oh! Con razón no me contesta. – Dejó el celular en el piso para agarrar el teléfono de casa.  

–¡Vamo! – Gritó Mini recogiendo el celular de Jae.   

Los trillizos se fueron corriendo a una esquina para revisar las "potos" que su mami les había tomado, eran un poco vanidosos y eso sí era herencia de Jaemin.   

–Hola, mi amor. – Saludó jugando con las agujetas de sus tenis.  

–Ammm... Nana, soy yo, Jisung.