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Ꮺ ָ࣪ capítulo 21 𓂃

Sus expresiones finas y delicadas expresaban su inconformidad con duros gestos. Gritaba al rostro de su esposo agitando sus manos enfatizando cada una de las palabras que salían de su boca. El mayor no se quedaba atrás, alzaba la voz recriminando las acciones del rubio apuntándolo de vez en cuando haciendo que éste retrocediera algunos pasos.

Sus amigos y familiares no lograban escuchar su discusión, pero sí veían lo que hacían y cómo se trataban. Jisung abrió la boca tapando los ojitos de Hyeongjun con una mano, impresionado por la manera en que Jaemin golpeaba con su dedo el pecho de Jeno.

–¿Por qué están discutiendo? – Cuestionó a Haechan.

–Minhee rompió el teléfono de Jeno y éste culpa a Jaemin por dárselo. – Explicó arrullando al rubiecito en sus brazos

–Entiendo que el celular es importante, pero no lo suficiente para pelearse en el hospital. – Comentó Şahika distrayendo a Taeyoung con un carrito.

Mark mira con los labios apretados la escena. Si por él fuera hace mucho tiempo hubiera ido a detenerla, pero Haechan se lo impedía alegando que ellos debían resolver sus problemas solos. Sonrió de lado cuando vio al rubio abofetear al pelinegro, pero borró la sonrisa cuando Jeno respondió empujándolo contra la pared. Si bien el impacto nunca llegó por el buen equilibrio de Jae, la intensión seguía siendo molesta.

–Me las vas a pagar. – Gruñó poniéndose de pie.

–Hey. Espera. – Dijo Hae sujetándolo del antebrazo. –Deja que tu hijo se defienda.

Y así paso. El diseñador pateó a su esposo cerca de la entrepierna (Nana no era tonto, si lo golpeaba más al centro se quedaba sin su hora feliz de la noche), incluso le gritó algo al mayor retándolo y eso pareció colmar la paciencia del empresario. Reuniendo toda su fuerza lanzó a Jaemin hacía la pared, sujetó sus manos pegándolas a la pared a cada lado de su cabeza, lo aprisionó con su cuerpo dejándolo completamente inmovilizado.

–Maldito. – Exclamó Chenle levantándose dispuesto a defender a su mejor amigo.

Con lo que Chenle no contaba era que Jaemin reaccionaría contrario a todos los pronósticos. El rubio se lanzó a los labios de su esposo enrollando sus piernas en la cintura del mayor, cruzándolas, pegándolo, más a él. Jeno lo liberó ocupando sus manos en sostenerlo por los muslos masajeando el hermoso trasero a su entero gusto. Los dos estaban tan juntos que no se lograba distinguir donde empezaba uno y terminaba el otro. De un momento a otro, Jaemin jaló el cabello de Jeno empujándolo hacia abajo para que besara su pecho parcialmente descubierto y con la otra mano buscaba desabrochar el pantalón de su esposo.

–No, si es que a Jaemin le encanta la putería. – Dijo Şahika indignada. –Uno queriendo defenderlo, pero él solito se pone en bandeja de plata

–Ahora sí, ve a separarlos. – Haechan dio luz verde al canadiense que se fue echando humos a proteger la integridad de su bebé.

–¡LEE JENO! SUELTA A JAEMIN. – Gritó jalando la oreja del blanquecino hasta que logró separarlos. –¡DÉJALO YA!

–M-Mark. – Dijo Jae con la respiración entre cortada por el reciente beso.

El pelinegro bajó las piernas de su esposo con cuidado dejándolo de pie junto al canadiense que lo fulminaba con la mirada. Acomodó su cabello desviando la mirada con una tonta risita, se sentía como adolescente descubierto por sus padres o en éste caso, su suegro.

–¿Y todavía te ríes? – Gruñó arreglando la ropa del rubio. –No puedo creer la escenita que se acaban de armar.

–Solo... Estábamos hablando. – Se excusó el delgado cargando al curioso Hyeongjun. –No tienes porqué ponerte así.