Auset
Tres meses despues de hacer saber la noticia de que sería madre soltera, comencé con el procedimiento que me llevaría a conseguir mi objetivo, claro, que algunas clínicas no quisieron atenderme porque decían que era joven y que podría ser madre de modo natural cuando me casara, pero me daba pena decirles que yo no era de las mujeres afortunadas en el amor, ni siquiera del de mi madre.
Estuve sola durante todo el procedimiento y esperé ansiosa a que el procedimiento fuera positivo a la primera, pero desgraciadamente no sucedió así para mí y con cada intento fallido me sentía desanimada, pensando en que ni para eso servía, pero en mi cuarto y último proceso quedé embarazada y no me lo podía creer. Llore de emoción y me cuide de no tropezar con nada, pues había estado leyendo que muchas mujeres podían perder a su bebé con apenas un golpe o un susto, por eso yo anduve con pies de plomo hasta que cumplí un mes y no solo fue ese, sino todos los demás que siguieron, pero ese primer periodo me lo guarde solo para mi antes de hacérselo saber a Elena, Kate, mi madre y a Carol.
Tal y como me lo dijera mi madre me preocupé por él o ella desde el momento cero y empecé a padecer. A las tres semanas comencé a sentir nauseas por las mañanas y apenas oler algo corría al baño a devolver el estómago, definitivamente nada me apetecía, pero me obligaba a comer para que aquello que crecía en mi vientre estuviera fuerte y sano.
― ¡Que! ― exclamaron Elena y Kate cuando les di la noticia por teléfono y le pedí que lo pusiera en alta voz ―. ¿Cuantas semanas tienes?
―Acabo de cumplir un mes ― respondí tan emocionadas como ellas.
―Iremos a verte ― anuncio Kate ―. En uno o dos meses estaremos por allá ¿Verdad Ele?
―Por supuesto, iremos a ver cómo te vez. Quiero tocarte la panza.
―No creo que para ese entonces se mueva ― manifestó Kate.
―No importa, igual quiero ver a mi querida Auset convertirse en madre.
La llamada termino entre lágrimas, pues Elena se puso a rememorar la época compartida entre mi padre y nosotras dos en casa, por suerte Kate era una mujer paciente, cariñosa, amable y comprensiva, al principio podía darte el aire de que era una mujer fría, pero cuando la conoces a fondo, descubres que es una mujer cálida y cariñosa a su modo. Ella tambien me había ganado y yo a ella por ser tan buena con Elena.
Después le di la noticia personalmente a mi madre y a mi hermana, ninguna de las dos supo que decir, pero Carol fue quien se aloco primero, se alegró y dio saltitos por la sala para despues colocar sus manos en mi vientre que era todo menos abultado. Mientras que mi madre seguía sin poder reaccionar, tenía la vista clavada en la nada, estaba ensimismada, no me esperaba esa reacción de su parte, no entendía muy bien que pasaba por su mente en ese instante.
― ¿No te da gusto saber que serás abuela mamá? ― le pregunto Carol. Mi madre salió de su aislamiento y nos miró a ambas.
Me sorprendió ver que en sus ojos parecían asomarse unas lágrimas que rapidamente logro ocultar, pero tanto Carol como yo fuimos testigos de ello, pero conociéndola lo orgullosa que era, jamás reconocería que estaba a punto de llorar, no sabía si de la emoción o si había algún otro motivo para la reacción que tuvo.
―No sé qué decir. No me lo esperaba. Se me hace muy extraño ― dijo y sonó realmente sincera.
― ¿Pensaste que tu primer nieto sería de Carol?
― ¿Cómo va a ser mío? si ni siquiera me deja estar a solas con mis novios. Por su culpa todos me dejan ― Se quejó Carol.
―Si deseas ser modelo no debes tener hijos tan pronto.
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Una novia para mamá
RomanceAuset es un madre soltera y lesbiana. Su infancia fue caótica y la adolescencia la marco para siempre y la llevo a decidir no confiar en las personas, es tímida y por tanto se refugia en los libros y su imaginación, tal así que termina siendo escrit...