Cuando las rosas vuelvan a florecer

Capítulo 9: Robando un secreto

"Está bien, cálmense", instruyó el profesor Nott.

La clase se quedó en silencio de inmediato, su sola presencia fue suficiente para provocar tal reacción. Era una mujer severa, con el cabello castaño claro recogido hacia atrás con tanta fuerza como sus siempre presentes labios fruncidos. Siempre parecía como si no estuviera impresionada, pero Harry había aprendido rápidamente que ese era su comportamiento. No era tan amarga como concisa, tal vez impaciente, pero no injusta.

Hasta el momento, Rosalina Nott lo había impresionado. Era una gran conocedora del tema de la defensa y una practicante apasionada. Uno solo necesitaba escucharla explicar la belleza de los hechizos que enseñaba para ver eso.

Si era honesto consigo mismo, había esperado poco de ella, fanatismo y favoritismo hacia los sangre pura, pero ella le había demostrado que estaba equivocado. No se parecía en nada a los dos Nott que había conocido.

Se parecía a ellos, pero ahí terminaba el parecido.

"Hoy hablaremos de hechizos situacionales específicos", anunció, y Harry podría haber jurado que sus ojos se habían detenido en él por un segundo más de lo normal. "¿Alguien puede decirme a qué me refiero con el término 'hechizos específicos de la situación?"

Harry había leído el término en los libros que Sirius le había dado, y cuando nadie más levantó la mano, él lo hizo.

—Evans —apuntó Nott.

"El término se refiere a hechizos que han sido creados para servir solo a un propósito específico. Como ejemplo, un hechizo de privacidad está diseñado solo para ese resultado, mientras que un hechizo de invocación de fuego podría usarse para muchas cosas, desde encender una vela hasta quemar un todo el edificio".

El fantasma de una sonrisa apareció en los delgados labios de la mujer mientras asentía.

"Toma cinco puntos para Gryffindor", ofreció. "El señor Evans tiene razón. Los hechizos específicos de la situación están diseñados para una sola cosa. El encantamiento de privacidad, como explicó el señor Evans, solo tiene el propósito de proporcionar privacidad. No se puede reutilizar para otro uso. Ahora, ¿alguien puede pensar en otros hechizos?" ¿Eso entraría en la categoría? ¿Señor Black?

Arcturus Black frunció el ceño al ser interrogado cuando no había levantado la mano.

"La maldición asesina", respondió encogiéndose de hombros.

"De hecho", estuvo de acuerdo el profesor Nott, "una de las tres maldiciones imperdonables que tiene un solo propósito".

"¿Qué pasa con la maldición Cruciatus?" preguntó Stebbins.

A Harry no le gustaba el chico. Era tan intolerante como los demás, sin la inteligencia o el carisma de algunos de sus compañeros de casa. A Charlus también le desagradaba ya menudo hablaba de su estupidez.

"La Maldición Cruciatus solía usarse como un hechizo médico", respondió Nott. "Todavía podría serlo si es necesario, pero la práctica del sanador ha avanzado más allá de la necesidad".

Stebbins simplemente frunció el ceño, pero no dijo nada más.

"Profundicemos en ejemplos más específicos", sugirió la profesora Nott, sus ojos calculadores una vez más vagaron hacia Harry.

Al ver que él no tomaría el cebo que ella le estaba ofreciendo, se encargó de empujarlo en la dirección deseada.

"Señor Evans, sé de buena fuente que usted ha dominado el encantamiento patronus y lo hizo cuando tenía trece años".

Y ahí estaba.

Harry solo pudo asentir mientras la mayoría de sus compañeros lo miraban en varios estados de incredulidad y escepticismo.