Cuando las rosas vuelvan a florecer

Capítulo 7: Mi verano termina

"¿Estás nervioso?" preguntó Minerva mientras ella y Harry esperaban la llegada del Expreso de Hogwarts.

Tanto Dumbledore como Dippet sintieron que sería mejor unirse a sus compañeros en el viaje en carruaje a la escuela.

"No tanto como debería", respondió Harry.

Se sentía inusualmente tranquilo. ¿Un sentimiento inesperado, especialmente sabiendo que probablemente conocería a su abuelo, o incluso a su bisabuelo? No podía estar seguro de cuál. Su conocimiento sobre el árbol genealógico de Potter se extendía solo hasta su madre y su padre, y nada más allá.

Por mucho que él mismo no había tratado de aprender sobre ellos, nadie había considerado conveniente hablarle de ellos tampoco. Dumbledore podría haberlo hecho, al igual que el señor o la señora Weasley durante las muchas semanas que había pasado con ellos durante los distintos veranos.

Aún más, Sirius y Remus deberían haberlo asumido ellos mismos, pero no lo hicieron.

Como con todo lo demás en su vida, Harry se había quedado en la oscuridad.

Se tragó el bulto de ira y amargura que se formó. Sentirse así no resolvería nada. Sirius estaba muerto y nunca volvería a ver a los otros que había conocido.

"Aquí viene", anunció Minerva, señalando el humo que se aproximaba desde la distancia.

Observaron en silencio cómo la máquina de vapor escarlata traqueteaba hasta detenerse en el andén de Hogsmeade antes de que la docena de puertas del tren se abrieran de golpe.

Ola tras ola de estudiantes desembarcaron, dirigiéndose a los carruajes mientras una frase desconocida pero familiar para Harry rasgaba el aire.

"¡PRIMEROS AÑOS!" llamó. "TODOS LOS PRIMEROS AÑOS HASTA EL FINAL DE LA PLATAFORMA".

Los diminutos niños vestidos con sus sencillas túnicas corrieron ansiosamente hacia un hombre que Harry no reconoció, aunque no podía pasar desapercibido por la gran linterna que sostenía en alto.

"¿Fuimos realmente tan pequeños?" preguntó con curiosidad.

Minerva resopló.

"No eras mucho más alto cuando llegaste aquí".

Harry frunció el ceño pensativo.

La chica había sido más alta que él, aunque ahora él la superaba considerablemente.

"¿He crecido tanto?"

Minerva asintió.

"Ha tenido un buen crecimiento, Sr. Evans".

Ella había comenzado a dirigirse a él como tal desde que le informó del cambio, con la excusa de que pensó que podría cometer un error si no lo hacía. Sin embargo, Harry lo sabía mejor. Lo hizo para burlarse de él, con la esperanza de meterse debajo de su piel. Evidentemente, ella aún no lo había perdonado por haberla encontrado de la forma en que lo había hecho la noche que llegó.

No es que él tuviera la culpa, por supuesto, pero el escocés guardaba rencor, no obstante, aunque se sonrojaba cada vez que lo mencionaba, incluso para disculparse.

"Vamos, deberíamos conseguir un carruaje antes de que se hayan ido todos", instó.

Minerva asintió y siguió su ejemplo mientras se dirigía hacia ellos.

"¡MINNIE! ¡Por aquí!" llamó una voz.

La expresión de la chica se iluminó de inmediato, tomó a Harry por el antebrazo y lo arrastró hacia otra chica que se asomaba a uno de los carruajes, saludando con entusiasmo.