Cuando las rosas vuelvan a florecer

Capítulo 46: Los fuegos de París

El estado de ánimo en las cámaras de la Confederación Internacional de Brujos era sombrío, los representantes de cada país miembro tenían expresiones sombrías y pasaban gran parte del tiempo murmurando entre ellos.

Harry también lo estaría si estuviera en su poco envidiable posición, pero no lo estaba.

Aquí, sus opiniones no significaban nada y eso le vendría bien si no fuera por las miles de vidas en juego.

"¿Puedo preguntar por qué sus hombres marchan hacia la frontera y no aparecen?" preguntó el representante español.

Fantasma se aclaró la garganta.

"No lo sé", respondió. "Supongo que podría estar preocupado por las trampas que les esperan".

"¿Y hay alguno?" el español siguió.

Fantasma negó con la cabeza.

"No."

"¿Por qué no?"

Fantasma se enderezó, evidentemente sin apreciar el tono acusatorio.

"Nuestros esfuerzos se han centrado en fortificar París. Durante semanas nos hemos estado preparando para este ataque. Puedo asegurarles que todo está bajo control, solo es cuestión de que Grindelwald venga a nosotros".

Los representantes murmuraron entre ellos una vez más y Harry sacudió la cabeza con desaprobación.

Era un plan pobre.

"Espero que tengas razón", dijo severamente el Supremo Mugwump. "El Ministro me ha asegurado que todos nuestros aurores estarán a su disposición".

Harry podía entender su posición.

El hombre era francés y estaba preocupado por la seguridad de su país.

"¿Tus exploradores lograron obtener un conteo exacto de cuántos?" Dux cuestionó.

Fantasma se movió torpemente.

"No del todo", interrumpió Fox, "pero nos dijeron alrededor de tres mil. Nuestros exploradores no querían acercarse demasiado".

"Más o menos lo que esperábamos", reflexionó Doge en voz alta.

"Según mi cuenta, estaba más cerca de seis mil", explicó Harry, lanzando a Fox una mirada de molestia.

¿La mujer incluso había verificado algo por sí misma?

"¿Seis mil?" Dux presionó.

"¡No es verdad!" Fox defendió, solo para ser rechazado por el Supremo Mugwump.

—¿Estás seguro de que viste a seis mil hombres?

Harry asintió.

"Grindelwald ha aumentado recientemente sus números reclutando en el extranjero. Tiene hombres de África y Asia, probablemente de más lugares", explicó. "Sus filas han aumentado y cuando nos encontremos, probablemente estará en desventaja".

Los murmullos entre los representantes no eran los sonidos de los hombres que habían sido tranquilizados.

"La Serpiente está equivocada", resopló Fox. "Nuestros exploradores no podrían haber sido tan imprecisos".

"Y, sin embargo, parece que lo fueron", respondió el Supremo Mugwump deliberadamente.

"¿Estás tomando su palabra por encima de la nuestra?" Fox preguntó con incredulidad.

"No", negó el Mugwump Supremo, "pero estaría mucho más preparado para seis mil y tendría menos cosas con las que lidiar", explicó. "¿Qué otras medidas existen?"