Cuando las rosas vuelvan a florecer

Capítulo 106: La carga que llevo

diciembre de 1971

Los restos de los pocos inferi que Tom había alojado dentro del lago en la cueva despedían el hedor de la carne podrida y chamuscada, ya que Albus los había inmolado.

Evidentemente, el hombre había estado profanando tumbas, o había estado mucho más ocupado de lo que cualquiera sabía para crear el grupo que custodiaba el relicario que una vez había pertenecido a Salazar Slytherin.

Las protecciones en la cueva, sin embargo, estaban incompletas.

La puerta que exigía un sacrificio de sangre era débil y el bote que transportaba a un solo pasajero a la isla en el centro del lago ni siquiera se había ocultado.

El horrible brebaje que Tom o uno de sus seguidores habían preparado aún necesitaba madurar, y aunque eliminar el líquido del recipiente había sido un desafío, Albus se las había arreglado para hacerlo sin necesidad de beberlo.

A otros no les habría ido tan bien, pero el director era un mago excepcionalmente hábil, por lo que las protecciones incompletas lo habían obstaculizado poco.

Albus respiró hondo mientras su mirada recorría la cueva, y sacudió la cabeza al pensar en lo que había sucedido aquí cuando Tom Riddle era solo un niño.

Una simple conversación con la Sra. Cole, la ahora anciana, ex matrona del orfanato, le indicó la dirección de Dennis Bishop y Amy Benson, las dos víctimas del ataque no provocado que había dejado a ambos muggles severamente traumatizados por lo que Tom les había hecho. .

Dennis lamentablemente se había quitado la vida, nunca se recuperó de la terrible experiencia, y Amy todavía estaba atormentada por eso.

Aun así, le había dicho a Albus lo suficiente para que encontrara la cueva, y en el momento en que lo hizo, pudo sentir la magia de Tom en su interior.

El resultado fue el relicario que estaba levitando frente a él, la parte del alma de Tom alojada dentro tratando desesperadamente de penetrar en su mente.

De hecho, era un objeto peligroso, y cuanto antes Albus pudiera deshacerse de él, mejor.

Con un suspiro, creó una réplica y la colocó en la palangana antes de desaparecer de la cueva.

Su viaje para descubrir cualquier cosa relacionada con los Horrocruxes de Tom había sido difícil, y solo se vio agravado por cierto fantasma que no cooperaba y que vagaba por el castillo.

Helena se había angustiado ante la mención de Tom, y le tomó semanas convencerla de que hablara de su tiempo con el niño.

Como muchos otros antes que ella, Helena había sido víctima de las manipulaciones de Tom, todo en nombre de descubrir los secretos del castillo.

Albus dudaba que el chico hubiera confiado en descubrir otro artefacto de valor incalculable en el proceso, pero Helena le había revelado la ubicación de la diadema y Albus sabía que la había obtenido en sus viajes.

Dónde estaba ahora, no lo sabía, pero lo encontraría.

Eso solo dejaba el anillo y el diario que Harry había mencionado, pero entre los dos, Albus confiaba en que los conseguirían todos.

Simplemente no podían fallar si realmente deseaban ver el final de Tom Riddle.

(Romper)

Estaba claro para ambos hombres que ninguno de los dos sentía especial cariño por el otro, pero aquí estaban, encontrándose por necesidad hacia el interés compartido de ver el final del intento de ascenso al poder de Voldemort.

A Harry no le gustaba Barty Crouch ni un poco y no tenía ninguna duda de que si el hombre tuviera la capacidad o el poder de hacerlo, vería a Harry encerrado en Azkaban.