Capítulo 4

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Corrían en el bosque lanzando kunais viejos que recuperaron de los campos de entrenamiento hacia las dianas de madera que colocaron en los árboles, debían ser lanzamientos fuertes, los kunais habían perdido filo, enterraban las armas con fuertes lanzamientos, mientras corrían por los árboles sosteniéndose con chakra hábilmente, aún eran pequeños. Naruto veía a su amigo con fascinación, se esforzaba por no quedarse atrás, funcionaba, iban avanzando a la par, aunque evidentemente su amigo era un genio, cuando estaba bajando del árbol todo se hizo lento, sintió un dolor agudo y punzante en su pecho, un sujeto con máscara atravesó su cuerpo -he destruído al maldito demonio -Itachi abrió sus ojos demasiado, apretó el ceño cabreado, tomó un kunai con coraje, corrió hacia el sujeto, brincó sobre él, en un arrebato de coraje sin pensarlo dos veces enterró en su cabeza el kunai sin piedad alguna, no sintió remordimiento al verlo caer sin vida, lo dejó de lado con lágrimas y un enorme ardor en sus ojos, levantó la cabeza de su amigo que respiraba con dificultad.

-I… ta -el mayor negó, levantó la mano de su amigo, la metió en su boca con velocidad, lo ayudó a morder.  Naruto comenzaba a respirar mejor, su herida cerraba con velocidad, ambos se abrazaron con fuerza respirando agutados, sólo se tenían el uno al otro, lloraban con desesperación -me asusté Naru -el rubio se apretó al mayor, lloraba con miedo -ca… casi muero, sino hubieras estado -temblaban tratando de calmarse cuando su respiración se compensó lograron tranquilizarse un poco, giraron su mirada observando con miedo observaron a su agresor -debemos deshacernos de él -el pequeño asintió, no dejaría que su amigo pagara por culpa de ese hombre, comenzó a cavar con sus manitas, Itachi lo ayudó, cavaron con velocidad en la tierra húmeda del bosque formando un hueco, se levantaron y metieron el cuerpo del sujeto, comenzaron a cubrirlo.

Itachi colocó un arbusto en el lugar con hierbas olorosas para evitar que lo ubicarán con perros ninja, cavaron un hueco más profundo lejos del lugar metiendo la tierra con sangre del rubio, revolvieron con hierbas de olor y algo de excremento de animal junto a la tierra humeda, salieron corriendo del lugar con velocidad, al llegar a su departamento se dieron una ducha con velocidad, salieron, tomaron la ropa llena de sangre del Uzumaki, la metieron en un bote, le echaron alcohol, la incendiaron, limpiaron el lugar de lodo adecuadamente usando cloro y jabón, barrieron la terraza.

Al final se sentaron en la mesa viendo a la nada -¿por qué tus ojos se hicieron rojos? -Itachi giró su rostro sin entender -eran rojos con dos tomoes cada uno -el pequeño azabache mordió su mejilla con duda, negó, se levantó, tomó un libro, lo puso sobre la mesa buscando una hoja en él, al encontrarla se la mostró a su amigo, Naruto entendió, observó con cuidado los doujutsus, levantó un leve puchero, con su dedo señaló -estos -Itachi leyó con cuidado, apretó el ceño -Sharingan, Uchiha -su cabeza comenzó a doler, la apretó tratando de calmarse, se negó a recordar, su pecho dolía cada que lo intentaba, era mejor así -tal vez soy un Uchiha o un mestizo cómo tú-

Naruto lo vio con miedo, apretó su manga de la playera, el pequeño azabache apretó su mano -no te dejaré, si tuviera padres ya me hubieran buscado, el mismo clan lo hubiera hecho, hemos estado en la aldea cientos de veces, la policía Uchiha me ha visto, supongo también soy huérfano -el rubio respiró con más calma -gracias por no dejarme -

Naruto sacó una hoja de su pantalón, se la entregó. Itachi sonrió, besó su mejilla agradecido, el rubio sonrió quedito -¿se lo pediste a Teuchi-ji? -el rubio asintió -sabes que no tienes tutor, le dije que no lo molestaríamos, sólo necesitamos la firma de un adulto para el registro a la academia, el tercero es mi tutor, pero tú ocupabas un adulto -Itachi veía su hoja con emoción, había planeado colarse a los registros, no tenía registro en la aldea, lo enviarían al orfanato si se daban cuenta, además de urgar en su historia y de dónde venía, esto era mejor y más fácil, además con esto, ya no era necesario un registro en la aldea, se formaba su expediente a raíz de su ingreso en la academia -gracias Naru-

Huérfanos (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora