Capítulo 2.

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Ahora si, me desperté a las 9.30 de la mañana estaba muerta de sueño por lo de anoche, pero no estoy en mi casa y no puedo levantarme a la hora que me de la gana.

Asi que me quite el pijama, me vestí con unas mayas negras, mis air force y una sudadera granate.

Hice la cama y bajé a desayunar. Abajo estaba Eva y como pude comprobar los gemelos aún no se habían despertado.

-Buenos días-salude alegremente.

-Hombre, ¿como madrugas tanto? -me pregunto Eva.

-No quería molestar.

-Tu no molestas cielo. ¿que quieres desayunar?

-¿Tienes nesquick?- le pregunté.

-Obviamente, tengo nesquick y cola-cao. Aquí a falta de uno tengo dos.-dijo Eva coqueta.

Yo no pude evitar soltar una carcajada.

[...]

Terminé de desayunar y Eva me dijo que fuera a despertar a los chicos.

Entré primero a la habitación de Dani.

-Si parece bueno y todo-pensé

Comencé a darle suaves golpes pero estaba tan profundamente dormido que ni se enteraba.

-Dani despierta ya!-le susurré en el oído.

Pero nada oyes,  estaba bien a gusto eh.

-Dani, que llegamos tarde al cole- le dije en un tono mas alto.

Y Dani abrió los ojos de repente.

-Mierda, corre pasame algo del armario- me exijó.

-Que es broma,  era para que te despertarás,  me ha dicho tu madre.

-Joder, menudo susto.

-baja a desayunar, yo voy a despertar a Jesús- le ordené.

-Vale.

Me fui a la habitación de Jesús y entré.

Era tan adorable durmiendo.

-¡Pero que dices!-pensé y sacudí la cabeza.

Jesús no era como Dani; nada mas tocarle el hombro se despertó.

-Buenos días, me ha dicho tu madre que os despierte y que bajéis a desayunar.-Dije levantando la persiana.

-¡Noo! Baja eso- se quejó Jesús haciendo como que la luz le derretia.

No pude evitar soltar una carcajada.

-Venga anda; que estás hecho un vago.- le dije.

-Yo no soy vago.- se quejo.

- Que va, solo eres cansado de nacimiento.

Jesús se río.

-¿Cómo lo haces?- me preguntó.

-¿Hacer el qué?.

-Encontrar frases para todo.

-Ahh...adivinas- le vacile y sali de su habitación.

[...]

Los gemelos ya habían desayunado y les propuse ir a la casa de mi tía a la piscina ya que en la de ellos no hay. Y aceptaron casi sin pensarlo.

-Bueno pues poneros el bañador y veniros cuando terminéis, yo voy a casa y me pongo el bikini.

-Vale.

Fui a mi casa, subí a mi cuarto y me saque un bikini.

Elegí uno naranja fosforito ya que estoy morena y me resalta.
Me lo puse y al de 2 minutos llamaron al timbre.

-¡Vooooy!- grite sabiendo que no me oirian.

Abrí la puerta y allí estaban ellos en bañador,sin camiseta.
Tengo que admitir que estaban muy buenos.

-Esto...Hola, pasar.-Dije algo descolocada.

-Gra...Gracias-Dijo Dani.

-¿Donde...Donde ponemos esto?- dijo Jesús enseñandome las mochilas que habían traído.

-Donde queráis. Vamos fuera.

Salimos al jardín y colocamos las toallas en el suelo. Casualidad, estaba en el medio de los dos.

Yo me eché en mi toalla tomando el sol y ellos fueron a la piscina.

-Pobrecillo, como ellos no tienen.  Mira que bien se lo pasan- pensé y solté una carcajada por mi pensamiento tan estúpido.

Me di la vuelta y me puse boca abajo ya que había estado un rato boca arriba.

-Ami, ven con nosotros- se quejaron como dos niños pequeños.

-Amira.-les corregí.

-Por fa, ven- dijo Jesús poniendo pucheros.

-No, me tengo que poner morena.

-Te van a salir arrugas. -bromeó Dani.

-Eso será mi problema.

Dejaron de hablar y pude notar como cuchicheaban a mis espaldas.

Noté como salían del agua y Dani se me acerco.

-No creo que me vaya a tirar-pensé.

Se colocó detrás mio.

-¡Ahora Jesús!- grito de repente.

Y pude notar como un manguerazo me empapó.

-Bua Oviedo, ya puedes correr. Como te pille te juro que juego al ping-pong con algo que te pertenece- grite corriendo detrás de el.

No pude atraparle, es más rápido que yo pero me lo pasé bien, además luego se unió Dani y fue muy divertido.

Estábamos los tres tumbados en el césped mirando al cielo.

-¿Es hora de ir ya a casa no?- pregunté.

-Si, que tengo un hambre. ..- se quejó Jesús.

-Illo, tu siempre tienes hambre. - le dijo Dani.

-Bueno pues iros a casa y yo me cambio aquí, ahora voy.

[...]

Llegué ya a casa de los gemelos tras haberme cambiado y haberme duchado. Toqué al timbre.

Me abrió Dani; estaba con el pelo mojado.
Estaba muy sexy.

-Pasa anda...

-¿Cómo que 'pasa anda'?- le pregunté. -Yo soy una princesa- dije dándome aires de diva.

-Perdone, pase usted señorita Amira.-repuso el.

-Gracias Don Oviedo- le seguí la broma.

[...]

Cenamos alegremente mientras conversabamos todos juntos.

Después estuve viendo una película con los gemelos; pero no era de miedo, era de dibujos. Toy story 3

Tras ver la película fuimos a dormir. Yo me metí en mi cuarto. Me acosté y antes de dormir estuve pensando.

-Critiqué a los Oviedo sin conocerlos.
Hable mal de ellos sin saberlo.
Pero al fin y al cabo tampoco son tan malas personas. No toda la gente popular es mala. Solo depende de con la gente que se junten. Y parece ser que alguien de su grupo era quien le hacía ser así. 
Les dimos mala fama sin hablar con ellos.
Por eso muchas veces antes de hablar tenemos que saber y estar informados.
Porque muchas veces pasa que criticamos simplemente por envidia,  por querer ser como ellos. Pero obviamente Triana y yo no criticamos a los gemelos por el simple echo de querer ser populares si no por la mala imagen que dieron desde el primer día.
Encima su grupo de amigos no vale nada. Vas vale calidad antes que cantidad.
Y yo para calidad ya tengo a mi Triana. -Pense

Soñando el mismo sueño. [Jdom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora