Super Dragón Ball Af. El ARMAGEDÓN

La tierra.

Zaiko miró a su alrededor. El planeta en el que estaba parecía casi por completo la tierra, al menos en la zona boscosa en la que se encontraba. Levantó sus manos y las miró con detenimiento. Su cabeza le daba vueltas.
Sus recuerdos aún pasaban ante sus ojos, pero ahora con más nitidez y los sentía más lejanos. Gotas de sudor caían sobre su fría cara, pero algo le llamó mucho la atención, algo que no tenía nada que ver con el hecho de que estaba vivo (cosa que aún así lo dejaba muy consternado).

Zaiko: ¿Puedo.. sentir? ¿Pero... yo perdí la mitad de mi alma? ¿Cómo puede ser posible que pueda sentir emociones y sensaciones?

Su cola se movía lentamente sobre la hierba y la tierra. El poder que desprendía era el mismo que tenía antes de morir, o quizás era ahora más fuerte, pero eso no le llamo la atención más de lo que lo hacía el hecho de no haber desaparecido.

Zaiko: Tal vez... debería tomar un poco de tiempo acostumbrarme pero.. necesito respuestas. Hmmm...

Zaiko estiró su mano para comenzar a cargar una esfera de ki e intentar hacer volar en mil pedazos ese planeta; sus ojos volvieron a tornarse rojos y comenzó a aumentar su ki, pero algo lo detuvo.

Zaiko: ...Que extraño.. no tengo total control de mis poderes...si hubiera lanzado el ataque este universo se habría ido al infierno.

El mestizo se dio cuenta de que estaba desnudo, y su cuerpo estaba algo adolorido. Pensó en todo lo que acababa de pasar. Cellbuzer, su padre, sus poderes, todo le estaba llegando de golpe.

Se sentó sobre una roca, y puso su cara entre sus manos para tratar de descansar y procesar toda la información que le estaba llegando en la cabeza.