Super Dragón Ball Af. El ARMAGEDÓN

El otro semidiós.

La aparición del que era el cuarto hijo de Goku tomó a todos por sorpresa, ya que había llegado a la sala sin que nadie sintiese ni una pequeña presencia o ki acercándose a aquel lugar, por lo que su repentina presentación fue algo inesperado.
Alí ya conocía al muchacho, pero no estaba seguro de si era el mismo caso que con los otros, sin mencionar que si no era así, sería una situación más que incómoda, siendo que se trataba de otro hijo de Goku, hijo también de la kaioshin del tiempo, Chronoa. El chico estaba transformado en super saiyajin, como parecía habitual, pero con unos ojos rojos y un arete en la oreja izquierda. Alí no había visto más que su cara la última vez, ya que usaba una gabardina, pero ahora se veía un traje con un estilo diferente al de otros, ya que usaba un chaleco naranja, guantes sin dedos como Goten, una playera negra y de la cintura para abajo era el clásico dogi naranja que antes usaba su padre.
Justo antes de que alguien dijese algo, hiciese algún movimiento y intentase siquiera gesticular alguna mueca, la máquina de recuperación de Zaiko comenzó a emitir un ruido de confirmación, por lo que su curación ya debía haber terminado.

Kharon: No sé muy bien como funciona la tecnología de Freezer, pero creo que eso significa que está curado.- dijo con una voz fría que sonaba casi igual a la de Goten.

Alí: ¡...Ah...!

Alí rápidamente se volvió hacia la máquina, viendo que efectivamente su amigo ya había recuperado la conciencia y su cuerpo estaba ya en perfectas condiciones, aunque su ki aún estaba muy bajo y se podía sentir toda su conmoción.
Al acercarse, la guardiana de la dimensión Amazon pudo ver a Zaiko más detenidamente, y vió algo muy extraño, una cara de raro sufrimiento, como si al saiyajin le estuviese doliendo la cabeza bastante, ya que estaba cerrando los ojos con mucha fuerza y le temblaba un poco la cara.
La mujer tocó un botón, haciendo el líquido de la máquina se fuese yendo por unos agujeros en la base de la misma, y justo cuando lo hizo, Zaiko abrió repentinamente los ojos, asustándola un poco.
El hijo de Goku estaba sin su ropa, dejando ver unas cicatrices en su cuerpo impresionantes, marcas con caras... eran las marcas que le dejaron las cadenas del infierno, hechas de almas malditas.