Super Dragón Ball Af. El ARMAGEDÓN

Sin piedad.

Zaiko no había perdido el control, pero Alí aún así se mantenía preocupada por su compañero, era fácil que se dejara llevar por su ira siendo un saiyajin con amplio historial de matanzas y batallas.
Su energía era inmensamente más oscura que la que tenía antes, en su primer enfrentamiento meses atrás con Vegeta y los demás; pero más importante, su energía era incluso más oscura que la de sus enemigos, demostrando que su ira lo estaba llevando al límite.
Los dos guerreros que estaban frente a ellos también se mostraron temerosos. Era sencillamente imposible que un super saiyajin ordinario tuviera semejante poder, superior al mismo super saiyajin 7 e incluso el 8.

Alí: Oye...- dijo con calma y cuidado. -Lo que sea que hayas visto... no dejes que te nuble el juicio. Eres muy poderoso... pero eres impredecible, no quiero gastar energía deteniéndote.

Zaiko: No recuerdo haber pedido tu ayuda, maguita.- respondió fríamente sin siquiera mirarla. -Soy un saiyajin.. nunca, pero nunca, huyo de un buen combate... tu no me detendrás de nada.

Alí: No te equivoques, amigo, yo solo estoy aquí porque hace mucho no tengo un buen combate. No quiero que me arruines la diversión, eso es todo.

Zaiko: ... Je. Mientras al menos no me estorbes.

Alí: Lo mismo te digo.

Ambos aumentaron sus poderes en conjunto, Alí con los brazos cruzados y una tranquilidad increíble, Zaiko tenía los brazos extendidos con normalidad pero con los puños fuertemente cerrados.
Los dos formaron un enorme pilar de luz con su energía que parecía un torrente de poder oscuro de color rojo y negro.

Cell y Kaarat sintieron miedo por un momento, pero rápidamente se les olvidó, después de todo, ellos eran virtualmente inmortales, y cada vez que fueran derrotados se volverían más fuertes.