El inicio

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Año 2003

La noche era fría y el viento soplaba de una manera extraña ese día, Angelica había tenido un lapso de unos segundos de incertidumbre, al tener a su hija en brazos y querer llevarla donde la Sra. Alejandrina para que al menos pudiera conocerla y darle la bendición antes de irse para la Cuidad de México, si, habían tenido una no muy buena relación, pero sabía que de una u otra forma Alejandrina le tenía cierto cariño a Angelica, al saber que era una mujer con una vida complicada y difícil. Al saber que tuvo que recurrir a la "Prostitución de cuello blanco" más de una vez.

Angelica se encontraba confundida, esos segundos se le hicieron eternos, no sabía si irse de una vez por todas sin dejar rastro o despedirse y que Ester se lleve una parte de su familia, a pesar de que no tenía ese apellido. Ya que Iván no le quería reconocer hasta no tener una prueba de ADN en sus manos donde confirmara que él es el padre. Y Angelica por su parte no quería someterse a esa bajeza, no quería verse desesperada o interesada por demostrar algo, estaba cansada de ser "La puta de.." "La que todos tienen" y demás apodos denigrantes qué había recibido. No quería demostrar más nada nunca más, simplemente quería irse y empezar una nueva vida, con un nuevo nombre y la dignidad intacta. Así que en cuanto Iván le reprochó la paternidad, simplemente se dió media vuelta y se fue...

Después de unas 3 horas lo había decidido, iría de manera veloz a despedirse de la señora Alejandrina, a agradecerle por haberle dado un hogar temporalmente, una educación de una u otra forma y sobre todo comprensión y apoyo que Angelica jamás había tenido de parte de sus padres. Alejandrina no fue tampoco tan espléndida, pero al menos había hecho el mínimo esfuerzo por tratar de comprender su situación, y es que Iván nunca la trató como una novia como tal, pero de una u otra forma la había podido llevar a su casa, muchas veces sólo a tener relaciones, pero en una de esas se topó con su madre y pues ahí no tuvo de otra más que presentarse. Angelica recordó con mucho humor aquel encuentro.

-FLASHBACK-

-Hola, mucho gusto- Expresó con timidez Angelica, extendiendo su mano derecha, dejándola a merced de la Sra. Alejandrina.

-Hola- Expresó Alejandrina con seriedad, pero con una sorpresa nula, ya que no era la primera vez que veía a su hijo con una mujer de "ese estilo", ya saben, no vestida tan vulgar pero las joyas y el maquillaje expresaban mucho de su oficio -¿Y tú te llamas...?

-Oh, perdón, lo olvidé por completo. Me llamo Angelica Gayoso, mucho gusto. Para servirle- Angelica tenía las mejillas rojas y no sabía porque las sentía tan calientes. Se había puesto nerviosa, y es que sentía mucha vergüenza al saber que su oficio estaba siendo más que expuesto.

-Mucho gusto Angelica, mi nombre es Alejandrina Salazar, madre de Iván. Pero bueno, yo me marcho, sólo vine por una cosas. Hijo no se te olvide lo que te encargué por favor, con permiso Angelica.

-Si mamá, andese con cuidado pues. Cualquier cosa estamos en contacto.

La señora se marchó e Iván y yo seguimos con lo nuestro, creo que ese día fue el día que me embaracé, lo presiento.

-Fin de FLASHBACK-

Angelica sólo rió al recordar lo nerviosa que estaba y seguro lo más que se había visto ese día, no sabía ni emitir bien las palabras debido al nerviosismo.

Tocó la puerta de su hogar, y así es. Había llegado la hora de despedirse...

Destinos - Ovidio Guzmán. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora