Sentimientos de papel |Ziam|

Capítulo 28

El frío aire del aeropuerto le erizaba todo el cuerpo.

Habían pasado tres días, pero para Liam habían pasado tres años enteros sin ver a Zayn. Extrañaba su aroma, sus hermosos ojos marrones, sus labios y aunque le daba risa aceptarlo, extrañaba ver la manía de Zayn al acomodar el mechón que siempre caía por su frente.

Extrañaba a su novio.

Le gustaba usar esa palabra para referirse a Zayn, hace mucho que no la usaba y le encantaba.

Aunque le seguía pareciendo curioso como es que al principio Liam mismo se negaba a sentir algo por el pelinegro. Estaba tan sumido en su negación que no se dió cuenta el momento en el que realmente se enamoró perdidamente.

Se sentía como un adolescente, lleno de emociones y sentimientos, tantos que no sabía ni como demostrar.

Pero cada vez que se encontraba en su punto más alto de felicidad con respecto a su nueva relación, un pequeño punzón tocaba su mente.

Marck.

Liam se preguntaba si algún día sería capaz de superarlo completamente, también se preguntaba constantemente si esto sería un problema a futuro, tenía miedo de dañar lo que ya tenía con Zayn.

Talvez sería buena idea hablarlo con él, pensaba, pero nuevamente el temor lo invadía y recordaba su discusión anterior, tan absurda, y como esa desbalanceó su relación. No quería volver a provocar algo así entre ellos dos.

Esta semana había sido complicada para él, había tenido a Marck en la mente día y noche, incluso en los momentos en los que estaba con Zayn antes de que el se fuera.

Muchos pensamientos recorrían su mente cuando una voz profunda los hizo desaparecer.

—¿Ni siquiera vas a saludarme?

Liam lo miró rápidamente.

Esos ojos, aquellos que nunca se cansaría de mirar.

—Hola Payne —saludó Zayn.

El castaño saltó rápidamente de su asiento y lo abrazó fuertemente, reteniendo el sollozo que el momento le provocaba.

Se separó lo suficiente para poder unir ambos labios en un beso profundo.

Esos labios, aquellos que jamás dejaría de anhelar.

—Te extrañé tanto —susurró Liam, mientras lo volvía a abrazar.

—Yo también te extrañé cariño —dijo.

Estuvieron así unos minutos, entre caricias y besos repartidos, hasta que decidieron que necesitaban más privacidad, talvez besarse desesperadamente no era lo más agradable de ver en un aeropuerto.

Tomaron un taxi hasta la casa de Zayn, dónde Liam decidió ayudarlo a desempacar.

—¿Cómo está tu mamá? —preguntó Liam mientras ordenaba las camisas de Zayn dentro del armario.

—Ella está bien, la operación salió perfecta —respondió el mayor mientras se ponía una ropa más cómoda.

—Me alegro Zee.

—Sí, ella estaba feliz de verme. ¿Puedes creerlo? Se alegró demasiado cuando me vió —sonrió para si mismo.

—Eso suena bien, me alegro que su relación vaya mejorando —dijo, sentándose sobre la cama después de ordenar las cosas.

—Aunque... bueno, sé que esto va a sonar mal por parte de ellos, pero...

—Tu pagaste la operación ¿Verdad? —supuso Liam.