¿QUIÉN ES LA NOVIA?

Capítulo 18~"LA DESILUCIÓN Y UNA OPORTUNIDAD DE RECONQUISTA"

En verdad no sé lo que en realidad aguardaba sentir, pero de seguro no era la desilusión. Sí, exactamente eso siento, desilusión. Mientras Dani espera una respuesta de mi parte, medito sobre mi descubrimiento. Me he sentido feliz, incluso especial al recibir las notas. Cada día esperaba la llegada de Robbie con ansia para leer esas palabras tan bellas de mi admirador secreto. Ahora lo tengo justo delante, muy serio, firme y ni siquiera soy capaz de reaccionar. Sigo con los sentimientos revueltos, pero no me esperaba esto.

- Al, dime algo- me pide, pero no puedo ¿Cómo se le dice a alguien que sientes decepción al descubrir la verdad? ¿Cómo se dice sin lastimar completamente su orgullo y sentimientos?

- Dani yo... yo necesito tiempo, espacio, ahora mismo no puedo responderte- le digo al final.

- ¿Y cuándo podrás?

- No.... no lo sé, de... deberás esperar mi respuesta. Ahora déjame sola por favor- le suplico en esta ocasión. Daniel asiente y se dirige a la puerta. Antes de salir se vuelve una vez más hacia mí.

- Me equivoqué y lo lamento mucho. No puedo cambiar el pasado o deshacer mi estupidez, sin embargo, si me lo permites puedo ofrecerte un futuro mejor donde daré todo de mí con tal de hacerte feliz. Pensé que las notas y rosas serían un buen modo de comenzar- me dedica una última sonrisa y se va. Me siento en el sofá, no me quiero sentir así, no quiero.

Daniel se ha esforzado en lograr que lo perdone, me ha revelado el gran misterio de mi admirador secreto. No obstante, no sé cómo reaccionar. Me he dado cuenta que por más que Dani lo desee y por más que siga sintiendo algo por él, no podré volver a confiar, no como antes. Es imposible recuperar lo que se ha perdido.

Cuando el timbre, tres horas después, vuelve a sonar sigo en la misma posición sin haberme movido. Estoy enojada conmigo misma por desear que las palabras de Dani fueran mentiras y que mi verdadero admirador fuera Santiago. Amar a dos personas y vivir una lucha constante entre cerebro y corazón te agotan. Con el alma en el piso me dirijo hacia la puerta y la última persona que esperaba ver es a quien me encuentro. Sin fuerzas para resistirme o luchar contra el anhelo me arrojo en sus brazos a llorar.

- ¿Al estás bien? - me pregunta Santiago abrazándome y llevándome dentro.

- No, no lo estoy. Me siento cansada, muy cansada- le digo aferrándome a su cuerpo.

- Será mejor que te lleve a tu habitación- dice tomándome en brazos. No me opongo ¿Para qué? Ya no tengo fuerzas para luchar. Me lleva hacia la cama y me acuesta- Te prepararé un poco de té, eso siempre ayuda- dice tapándome con la sábana antes de salir; unos minutos después vuelve con un vaso- Ten, bébelo. Te hará sentir mejor.

- Gracias- le digo aceptándolo y bebiéndomelo del tirón.

- ¿Qué pasó Al? - vuelve a preguntar, pero no tengo energía para responder. Me siento vacía, sola, sin un propósito. "¡Te amo Santiago, te amo!" deseo gritar.

Empiezo a llorar y a llorar por lo que nunca podrá ser. Al verme así se sienta a mi lado y me abraza, me consuela. Sin esperarlo mi vida se ha vuelto un caos, mi ex quien había creído superado regresa para poner todo patas arriba revelando que es mi admirador secreto; ese quien tanto ansiaba conocer era él y en vez de estar feliz, me siento triste. Santiago, el hombre al que sin quererlo le entregué mi corazón me hace sufrir por amar a otra mujer y pedirme que les organice su boda. Una mujer que no sé quién es, la cual no conozco y no sé si odiarla, admirarla o matarla. Así que me desahogo. Lloro sin descanso, sin reprimirme en los brazos del hombre que amo oyendo sus palabras de aliento y de ánimos hasta caer profundamente dormida.

Me despierto cuando los rayos del sol iluminan toda la habitación. Me duele horrores la cabeza y tengo la garganta seca. No hay rastro de Santiago, supongo que al quedarme dormida se fue y me dejó sola. Soy un desastre.