Capítulo catorce.

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—Señor, lamento interrumpir pero la señora Lucile ya está aquí para entregarle el contrato de las construcciones. —comentó Isaac, haciendo aparición en el comedor mientras Yeonjun desayunaba junto a Beomgyu.

—¡Hola! —se adelantó el rizado, saludando a Isaac desde el regazo de Yeonjun pues ya lo consideraba un buen amigo y es que para Beomgyu era realmente fácil encariñarse con las personas que lo trataban bien porque pocas veces sucedía que la gente lo tratara bien.

—Hola, Beomgyu. —saludó el muchacho también, en conjunto con una sonrisa sincera.

—Claro. Gracias, Isaac, dile por favor que espere un poco y que voy enseguida. —pidió el mayor hacia Isaac y éste asintió, desapareciendo después—. ¿Por qué no llevas tu gelatina a la sala y me esperas ahí? Sólo recibo el contrato y vuelvo contigo, ¿está bien? —le sugirió ahora a Beomgyu.

—Está bien, Yeon. —aceptó el oji-miel mientras Yeonjun le dejaba un beso sobre la frente y entonces le ayudó a bajar de su regazo para poder levantarse de la silla, dejándole su lugar a Beomgyu y desapareció del comedor; Beomgyu tomó el plato pequeño con su gelatina que estaba al lado del tazón que había tenido su cereal y agarró una cuchara, se levantó de la silla y caminó hasta la sala con la intención de sentarse sobre alguno de los sofás para esperar a Yeonjun como le había pedido pero el plato junto a la cuchara se resbalaron de sus manos e hicieron un desastre en el suelo, sintiendo que su corazón se partía en un montón de pedacitos al igual que el plato cuando vió que Yeonjun besaba a una mujer en la puerta principal y pronto comenzaron a resbalar lágrimas de sus ojos, las cuales secó con el dorso de su mano antes de subir por las escaleras y encerrarse en un cuarto.

Por su parte, Yeonjun alejó a la mujer de un empujón y se limpió la cara, le provocaba asco que alguien que no era Beomgyu lo besara, escupió sobre los zapatos de ella y trató de olvidar que su saliva había estado mezclada con la suya.

—No vuelvas a tocarme o te juro que cancelo la compra y te demando. —gruñó el castaño con rabia, evitando cancelar el contrato de una vez solamente porque ahí construiría la nueva repostería de su niño.

—¿Y si yo no quiero venderte nada? —añadió indignada la mujer, no pudiendo creer que alguien la rechazara y que además le escupiera sobre los zapatos.

—Jódete, tengo el contrato y tú no... Y yo tengo los mejores abogados del país. —casi gritó Yeonjun, cerrándole la puerta en la cara e inmediatamente caminó a paso rápido para subir las escaleras hasta llegar a la puerta de la habitación que compartía con Beomgyu, esperando que se hubiera encerrado allí o si no tendría que buscar por toda la casa—. Abréme, serafín. Soy yo, soy Yeon. —dijo de forma suave, tocando la puerta con los nudillos.

—No quiero. —murmuró el menor desde dentro de la habitación.

—Abre, cariño, y te explicaré todo. Sabes que te amo y que nunca te haría daño, no a ti. —le dijo el oji-azul nuevamente pero no recibió respuesta, trató de abrir la puerta por sus propios medios pero tenía seguro—. ¿Ya no me amas? —preguntó, con la esperanza de que abriera.

—Sí te amo. —dijo el chiquillo, asomándose apenas cuando finalmente abrió la puerta y observó a Yeonjun, el cual suspiró aliviado.

—¿Me dejas entrar y hablar contigo? —preguntó Yeonjun de forma suave, quedándose quieto frente a Beomgyu ya que no sabía cómo reaccionaría si quería acercarse.

—Es tu casa, Yeon. —dijo el rizado y apenas sonrió; Yeonjun le sonrió de regreso.

—Nuestra casa. —corrigió el mayor y lo tomó por un "sí" cuando Beomgyu se apartó de la puerta para dejar espacio, entonces entró y se sentó sobre el sofá que tenía al lado de la cómoda—. No llores, amor. Simplemente tenía que ir por el contrato de una propiedad que le compré a esa mujer, estaba coqueteando conmigo y de la puta nada me besó. Yo no quiero nada con ella, sabes que te amo más que a nada. —dijo, tomando la cintura de Beomgyu entre sus manos cuando estuvo suficientemente cerca y tiró de él de forma suave para sentarlo sobre su regazo; Beomgyu cooperó, acomodando una pierna a cada lado de Yeonjun mientras éste limpiaba las lágrimas que habían quedado sobre sus mejillas.

──  𝓗𝖾 𝖨𝗌 𝖺𝗇 𝓐𝗇𝗀𝖾𝗅  世'✿ 𝗬𝗲𝗼𝗻𝗴𝘆𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora