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- ¿Qué opinas de esta?

SoonYoung negó de prisa con la cabeza.

- ¿Y ésta?

- Mmm - analizó la camisa rosa - Eso depende, ¿Qué impresión quieres darle?

Jihoon bajó sus manos dejando caer sobre la camilla las prendas un poco viejas y desgastadas. Su guardaropa no era la cosa más actualizada, reluciente o bonita del mundo. Y ahora que existía la posibilidad de encontrarse con la persona de más estilo en toda Corea tenía que esforzarse y hacer un milagro con lo poco que tenía.

- Sólo quiero... Verme bien - suspiró.

SoonYoung tomó en sus manos la camisa más "nueva" de su novio. Tenía pelusas por todos lados, olía a humedad y estaba arrugada. Pero era lo mejor que tenía.

Jihoon había gastado casi cada centavo de su salario como músico en hospitales y atenciones para SoonYoung. El dinero comenzó a escasear cuando se salud empeoró y el bailarín cayó en la cama. Ver a su novio más delgado, exhausto y con la ropa rota y desgastada le partía el corazón.

No recordaba la última vez que vió ese brillo hermoso en su rostro hasta que escuchó hablar de Jeon Jeonghan en el hospital. Hubiera deseado darle ropa linda y nueva, tal vez algún accesorio de la marca prestigiosa que tanto le gustaba y que sólo podía ver en los aparadores. Pero hasta ese momento, sólo le había quitado.

Tiempo atrás se había convencido de darle la mejor vida, con todo lo que él quisiese, no importaba qué, él se lo daría. Y ahora, estando en ese hospital, con la vida escapando de su cuerpo a cada segundo, dudó poder hacerlo.

Una arcada intensa lo hizo enderezar el cuerpo en la camilla. Tomó un pequeño bote junto a él y devolvió el desayuno ligero que le habían ofrecido en el hospital.

Jihoon corrió a su lado y dió pequeñas palmaditas en su espalda hasta que las arcadas se fueron. Limpió el sudor de su frente y para cuando sus ojos volvieron a encontrarse, la mirada de Jihoon era sombría de nuevo.

- No debería agobiarte con tonterías cuando te sientes tan mal... Perdóname, Soon - susurró al mismo tiempo que dejaba un beso sobre su sien.

Lo había notado antes. Esa sensación y certezs de ser el mayor problema en la vida de alguien. Torturarse al pensar que estaría mejor si tan solo no se hubiesen cruzado... Pensar que él se moriría sin estar a su lado pero aquella persona tal vez lo pasaría mejor...

¿Por qué tenía que ser él quien borrara la sonrisa de su rostro?

El cáncer no era su mayor problema... Sino ese pensamiento.

⏳⏳⏳

- ¡Wonwoo!

- ¡Ay!

Minghao pudo escuchar la cabeza de Jeonghan golpearse contra el filo del escritorio de Wonwoo. La silla del presidente se corrió hacia atrás y Jeonghan salió de entre su piernas.

- Hazme un favor y limpia tu cara - rodó los ojos - Wonwoo, guárdate el pene y ven conmigo. Los modelos de PLEDIS ya llegaron.

- ¿Desde cuándo mis empleados me hablan así? - murmuró indignado dándole un beso rápido a Jeonghan en la frente.

- Desde que tu pene anda más tiempo fuera del pantalón que dentro en horas de trabajo, date prisa.

Wonwoo y Jeonghan se vistieron adecuadamente mientras Minghao les daba la espalda y continuaba leyendo en voz alta la agenda apretada del presidente.

US AGAIN (WONHAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora