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Chan se aseguró de que el nivel de oxígeno en el medidor estuviera en el número correcto. Revisó sus ojos con una linterna y también sus latidos.

Joshua observaba desde atrás. Sintiendo que el mundo se le venía encima. Mingyu miraba pacientemente lo que ambos hacían. Recargado contra la pared.

- Está estable - anunció Chan - Fuera de peligro.

- ¿Va a necesitar el oxígeno más tiempo?

- No lo sé, Mingyu - respondió mientras se colocaba el estetoscopio sobre el cuello - Pero no podrá estar sin él hasta que despierte.

- No entiendo - negó con la cabeza - ¿Por qué estaba tan agitado?

Chan no le quitaba los ojos de encima a Joshua.

- No lo sé, tal vez su médico a cargo nos pueda decir.

Mingyu lo miró esperando una respuesta.

- Yo...

- ¿Tú crees que sea por el tratamiento?

- No lo creo - admitió cabizbajo.

El móvil de Mingyu comenzó a sonar y se disculpó para salir de la habitación. Chan no dudó un segundo para mostrar su rabia contra él.

- ¿Qué demonios le hiciste, Joshua?

- Lo dices como si mi intención fuese matarlo.

- Tú mejor que nadie entiende su situación... Para ti fue sólo sexo, terminaste, ¿Increíble no? - su voz llena de sarcasmo hacía sentir a Joshua como alguien que usaba a los pacientes para saciar sus deseos sexuales - Pero para Seokmin... Se quedó sin poder respirar por su cuenta y con una fiebre que apenas se controla.

- No sé... - las lágrimas empezaban a brotar - No tenía idea de lo que podría pasar...

- Ahora lo sabes.

Chan caminó a la salida sin dejar ir la oportunidad de hacerlo sentir más miserable.

- Lo que ocurra con él de ahora en adelante, serán consecuencias de tu irresponsabilidad y falta de profesionalismo.

Joshua se giró a él lleno de furia pero sólo pudo ver la puerta corrediza dando un gran azotón.

⏳⏳⏳

- Presidente, por supuesto que entiendo - dijo Mingyu por la bocina del móvil - Pero no pienso escatimar en costos cuando se trata de salvar una vida. Y tampoco piense que arriesgaré la de ningún otro en el hospital así que será mejor que busque otro método o alguna otra marca que esté dispuesta a donar fondos porque yo no voy a permitir que mis pacientes tengan lo mínimo para sobrevivir cuando una esperanza es lo que se les ha prometido, que tenga buen día.

Mingyu colgó el teléfono y caminó de un lado a otro en la terraza. Se pasó las manos por la cara y rugió al final. Miró el resto de edificios y la hermosa vista de una nueva y fresca mañana. Ni eso lo consolaba.

Metió su mano bajo su saco y extrajo una caja de cigarrillos con un encendedor. Se llevó uno a los labios.

- No sabía que fumabas.

Giró de prisa para encontrarse cara a cara con el presidente Jeon.

- Ah... - rió nervioso - Por favor, no le digas a nadie.

Pidió mientras regresaba el cigarro a dentro de su saco.

- No te preocupes.

US AGAIN (WONHAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora