/26/ Caldera de tiempo (parte 1)

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Holis, ¡les dije que iba a actualizar pronto!


Si le preguntan más tarde, en su defensa, Sasuke no previno que la cacería se saldría de control

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Si le preguntan más tarde, en su defensa, Sasuke no previno que la cacería se saldría de control. Cuando puso un pie en el Bosque de la Muerte para completar la cacería, no imaginó en absoluto este giro de acontecimientos en dónde tenía que apretar una mano contra su estómago deteniendo el sangrado mientras corría, literalmente, por su vida.

¿Y es que acaso el nombre del mismo bosque no les dio un mal presagio?

En retrospectiva, todo iba a viento de popa. Al ingresar al terreno el primero en matar un objetivo fue Sai, apresurado por rebasarlo asentó el primer golpe. Seguido de Karin y Neji.

Este le dio una mirada rápida en reconocimiento respetuoso, y liderando a su delegación con Hanabi pegada a él, no escatimaron en abrirse paso y desviarse por el sendero en busca de sus propias presas. Lo mismo sucedió con Karin y los Uzumaki.

Sasuke respondió con asentimientos de cabeza y luego miró al cielo, las insignias resplandeciendo en lo alto, y escuchando el vitoreo a su alrededor de los Cazadores Uchiha cerca de Sai quién portaba una expresión engreída.

—¡El joven Sai es genial!

—¡Derribó al primer ente!

Haciendo caso omiso, Sasuke educó su expresión y se adelantó por el sendero separándose un poco del grupo en busca de sus propias presas. Si bien le dijeron que no debía sobre esforzarse no quería decir que le gustara ser pisoteado por los demás.

Aunque, pensándolo mejor, ¿qué beneficio tendría el reconocimiento en masa? Hizo su propia apuesta personal y no tenía intenciones de dejarlo caer en saco roto. Sus motivaciones eran diferentes. La perspectiva en pasar días adicionales con Sakura renovó sus fuerzas.

Lo pensó muy seriamente a medida que avanzaba y derribaba a los entes que tropezaban en su camino.

Contrario a su nombre, el verdadero bosque comenzaba medio kilómetro al fondo desde la entrada. Rodeado de pequeños riscos y laderas, precipicios y profundos cuyo fondo promete muerte y miseria por todos lados. Esta tierra ubicada en uno de los montes desabridos de la montaña, jamás se purificó por completo y en su lugar se utiliza para prácticas y entrenamiento a los discípulos; igual, en esta ocasión como campo de cacería para las conmemoraciones.

Andando por el camino desabrido y rocoso por indefinido tiempo, contó mentalmente las presas que llevaba hasta-

—Ahora son catorce —murmuró soltando la flecha que apuntaba a un ente. Este chilló al ser herido y se tambaleó hasta caer en lleno al suelo—. Quince.

Estos entes se movían gracias a la energía resentida de este lugar. Nada verdaderamente peligroso. Únicamente tallaban marionetas de un árbol en especial que atraía energía maligna, especialmente a los fantasmas, estos poseían brevemente el cuerpo hasta que eran destruidos. Las presas más impresionantes se trataban de monstruos que nacieron del mismo bosque, encontrados en lo profundo del mismo. El objetivo final era llegar hasta allí.

Eterno Equinoccio [SasuSaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora