/51/ De conocidos y extraños

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¡Hola, hola!

Dije que traería actualizaciones antes de enfrascarme de regreso a la universidad. Entonces, ¡aquí está! Dejenme saber si estos capítulos han sido pesados o confusos por el personaje añadido de Hua Cheng. Dejaré al final algunas aclaraciones por quienes han leído TGCF y quieran saber qué crónología tiene, quienes no, no se preocupen, no es necesario que lo lean ;)

Pondré por aquí otra referencia pars Hua Cheng porque (spoiler del capítulo: cambiará de apariencia)

Pondré por aquí otra referencia pars Hua Cheng porque (spoiler del capítulo: cambiará de apariencia)

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Hua Cheng es, en pocas palabras, un interesante compañero de viaje

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Hua Cheng es, en pocas palabras, un interesante compañero de viaje.

Sakura resaltó este punto en particular por un rasgo: él tiene una lengua más afilada que la suya. Si ella se maneja con cierta discreción para evitar problemas mayores, Hua Cheng no. Añade leña al fuego y de alguna u otra forma no se salía con la suya.

Esta actitud fue desconcertante para los receptores de sus ofensas elaboradas que sonaban elegantes hasta cierto punto e igual de descaradas. Su engañosa apariencia no daba indicios de esto, muchos veían al niño aparentemente encantador y educado... hasta que abría su boca rebatiendo las ofensas dirigidas a Sakura por su origen.

—¡Tu hermano es tan lindo... pero muy mimado!

Muchos asumieron qué Hua Cheng era su hermano. Sakura lo negó ferviente al decir: —Es solo un niño que recogí de la calle.

—Oh, esta señorita debe ser tan acomedida si puede vestirlo con finas túnicas de seda —decían las mujeres jóvenes con bastante maquillaje encima, geishas que intentaron reclutar a Sakura topándose con un absoluto rechazo y una mirada fulminadora.

—Para nada. —Ella negaba y señalaba a Hua Cheng quién sonreía vago—. Él es el acomedido aquí.

—¿Eh?

Hua Cheng también es asquerosamente rico.

Sakura lo comprobó cuando se proponía pagar su estadía en las posadas. Hua Cheng se le adelantaba dejando caer láminas de oro sobre el mostrador. Nunca faltaron las miradas impresionadas e incrédulas de los tenderos. O en los restaurantes, ordenaba platillos específicos y pagaba una suma adicional para tener lo que quería sin importar qué no estuviera en el menú.

Eterno Equinoccio [SasuSaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora