-Sale rodando-
El título lo dice todo
—Joven maestro, lo sentimos —expresó Konohamaru a las Vísperas del Año Nuevo, de pie en medio del campamento montado en el frente del clan Subaku. Uno de los caminos a defender para evitar que las delegaciones Hyūga atravesaran directamente a los Uzumaki, y por consecuente, llegaran a los Uchiha—. No pudimos convencerlos en que vinieran con nosotros.
—Discúlpenos —repitió Moegi marcando la reverencia.
—No es su culpa, levanten la cabeza —indicó Sasuke empujándolos por los hombros hasta enderezarlos. Ambos jóvenes lo miraron con vierta vergüenza.
—Pero...
—Debí suponer que se negarían —expresó sin dejar que siguieran atormentándose—. Después de todo, siguen siendo perseguidos por los Hyūga para ser asesinados o controlados.
Konohamaru y Moegi intercambiaron miradas dolidas.
Ambos fueron enviados a contactar al grupo de semidemonios que se rumorea su existencia escondida entre las montañas. Entre los territorios de los Nara y los Uzumaki. ANBU encontró, de alguna u otra manera, una ubicación imprecisa y que las deducciones de Sasuke fluyeron tras analizar mapas, vegetación y geografía de la zona.
Empero, la persona a cargo no dejó ni siquiera qué se acercarán demasiado. Era normal, ambos jóvenes son Cazadores de demonios y la reputación en general es de desprecio a los semidemonios. Aunque Konohamaru convenció para que lo escuchara, asegurándole qué no tenía malas intenciones, no creyeron cuando dijeron que el Clan Uchiha les brindarían protección.
Konohamaru dejó su ingenuidad atrás, pero creyó que estás personas cederían.
No cedieron.
—Dijeron... —dudó Moegi acariciando una de sus dos colegas bajas que albergaba unos cuantos copos de nieve—. Dijeron que, a menos que vaya el líder Uchiha en persona, lo pensarían.
Los ojos de Sasuke brillaron de interés, pero Konohamaru la agarró del hombro totalmente escandalizado.
—Moegi, no debiste decir eso —siseó—. Sabes que lo dijo como vía de escape para que nos insistiéramos. Que el joven Sasuke vaya no le hará cambiar de opinión.
—Si lo mencionó, es una posibilidad —estimó seriamente el líder Uchiha. Ante sus palabras, Konohamaru fulminó a Moegi con la mirada. Sasuke los ignoró, sintiendo con la cabeza y golpeando el puño en su palma extendida—. Decidido, esta vez iré yo.
Konohamaru se escandalizó.
—Pero Joven Sasuke, el campamento...
—El Maestro Kakashi se puede encargar por unos días —expresó dando la media vuelta en busca del mencionado. Ambos jóvenes le pisaron los talones a prisas, Sasuke atravesaba el campamentos a grandes zancadas—. Anoche libramos una batalla. Los Subaku por fin recuperaron su territorio por completo.
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Eterno Equinoccio [SasuSaku]
FanfictionEl aleteo silencioso de una mariposa es suficiente para crear una tormenta y Sasuke lo sabía mejor que nadie. Pero en ocasiones ese silencio es tan ruidoso y vistoso que uno permanece estupefacto ante la misma tempestad. Fue tan evidente cuando el m...