Era 2015 cuando la joven e inexperta Mina luego de años de estrictos aprendizajes se encontraba frente a un montón de personas y cámaras de prensa, que la veían por primera vez luego de tantos años bajo el estricto régimen de su abuela Suiko.
El pueblo que lleva un par de días pendientes de la próxima coronación, esperaba de la recién legalmente mayor conciencia sobre la responsabilidad y los deberes que trae su puesto, por supuesto todos con mucha expectativa, los cuales, claramente, eran demasiado para una joven de apenas 18 años.
La ceremonia fue gigante, las luces de los flashes la cegaban, había caballos reales y guardias por todos lados, en aquella coronación asistieron tanto gente de la realeza hasta la persona más insignificante que pisaba el planeta, era un acontecimiento único. ¿Y cómo no serlo? La japonesa fue la primera en el linaje en ascender a la corona tan joven, casi histórico en la historia de las monarquías.
Nadie esperaba que la Reina Suiko abandonara la tierra tan temprano, ni que los propios padres de la joven renunciaran al trono dejándole todo el cargo a ella, a una mujer que no se dio a conocer al pueblo hasta el día de la gran ceremonia, que no se supo de su existencia y que se mantuvo en las sombras mucho tiempo por órdenes de la Reina, había millones de dudas rodeando a la gente que presenciaba ese acto, y con justa razón, no conocían en absoluto a la persona que los lideraría de ahora en adelante.
Mina aquel día estaba nula, lo vio pasar todo tan rápido y la golpeó tan de repente que ni siquiera tuvo tiempo a reaccionar, no se sentía feliz, ni nerviosa, ni ansiosa, ni triste por la pérdida de su abuela o el abandono de sus padres... nada, no sentía absolutamente nada, sus sentimientos estaban apagados, su mirada perdida, seria, dándole un aspecto severo.
Y fue gracias a ese shock que su cuerpo procesaba que el pueblo desde el día uno le temió.
Tuvo un golpe negativo aquella mirada vacía, la prensa la tildaba de que sería igual o peor de lo que fue su abuela, que todo tipo de libertad se veía en peligro bajo su régimen, que debían tener cuidado, y eso por supuesto que impactó en Mina luego del shock.
Escuchar tantos comentarios horribles sobre su persona le hizo creer que su abuela tenía razón.
Su abuela era fría, su regimen era duro y las reglas se seguían al pie de la letra, no dejaba pasar ninguna falta ni a su propia familia, fue por eso que criarse bajo su mando fue demasiado dificil, practicamente no tuvo vida, su destino desde la decisión egoista de sus padres fue la corona.
Dentro de todas las cosas que le enseñó, le dejó muy claro una cosa:
No debía confiar en nadie, y que era mejor que la temieran a que la amaran.
Al principio no creyó que fuera tan así, aunque intentaba no ser débil de corazón no podia evitarlo, al final del día era solo humana y empatía es algo que le sobra, aunque lucho para que las cosas le importen menos, no funcionó.
Pero luego de ver a su propio pueblo juzgarla con solo verla una vez, decidió construir un muro lo suficientemente alto y no dejarse verse como un blanco fácil ante nadie.
Además de que tampoco le convenia, ahora estaba sola reinando a todo un país, si dejaba entrar a la persona equivocada y le brindaba al cien por ciento su confianza, podrían destruirla en segundos.
Ser ingenua no era una opción.
Así que su personalidad se basó en eso desde el primer día, no mostró debilidad ni calidez ni una sola vez, logrando crear una imagen de lider, segura, exigente, obteniendo como beneficio que todo el mundo este a sus pies.
Y eso a la coreana le encantó.
Desde el día uno.
Porque si, por supuesto que Son Chaeyoung estuvo presente en la coronación, ella también poseía sangre real y tenía un puesto vip para ver a la japonesa en vivo y en directo por primera vez.
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Castle / Michaeng
FanfictionMyoui Mina es la primogénita y heredera al trono desde la muerte de su abuela la Reina Suiko, a muy temprana edad y con abandono de sus padres por abdicar al trono, fue sometida a múltiples responsabilidades formandola como una mujer estricta y dura...