La japonesa no paraba de bostezar mientras terminaba de leer los papeles que le quedaban en su escritorio, sabía que tenía que irse a dormir pero estaba un poco asustada con pensar, vio el día pasar lento desde que no tenía a Chaeyoung dando vueltas por ahí, no pudiendo sacarla de su mente en paz.
Salió a pasos pesados de la oficina con Binx en brazos, estirándose en el proceso de manera exagerada, aprovechando que no había nadie alrededor, el pasillo estaba oscuro pero a lo lejos divisó dos siluetas, una la reconoció al instante, la otra aún era borrosa.
—¿Sana?. —Llamó, Sana se giró rápido y se veía nerviosa, Mina la miró confundida, visualizó su reloj y eran casi las 11 de la noche. —¿Qué haces aún aquí?
—Ya.. ya me iba, solo quería decirle unas cosas a Jihyo. —Carraspeó, haciéndose a un lado y caminando lentamente hacia la puerta, dejando a una muy sonrojada Jihyo, quién río nerviosa y se despidió.
—Si... yo también.. ya me iba. —Dijo tartamudeando y retirándose lentamente.
—Okay.. —Exclamó un poco confundida la japonesa, dándole vueltas al asunto.. ¿Por qué Sana estaba nerviosa? ¿Y Jihyo sonrojada? Estaban muy cerca.. oh no, no puede ser, eso no sería posible ¿o si? pensaba mientras ataba los cabos camino a su habitación.
¿Era posible?
¿O sea ellas....?
¿Se estaban besando?
Mina amplio muy grande los ojos cuando le pareció mucho más posible que imposible.
¿Sana... Jihyo?
¿Dos mujeres? ¿Era eso posible?
Dejó a Binx en la habitación que había pactado para ella, y se acostó con la cabeza hecha un lío, dió un par de vueltas y sintió la soledad abrazarla.
Pero de una manera, asfixiante.
Pensó en su gatita y se sintió culpable, así que volvió a levantarse y caminó hasta la habitación, tomándola en brazos y llevándola con ella hacia su cama.
Si su abuela, la reina Suiko, la hubiera visto hacer eso con un animal, la hubiera desheredado en ese mismo instante o aún peor, la hubiera metido en un curso intensivo de microbiología.
Se durmió junto a ella y a un intenso ronroneo que extrañamente la tranquilizaba, dejándola caer en un profundo sueño.
Más tarde, por la mañana, alrededor de las 6am de la mañana Binx se convirtió en la alarma de Mina, llorando incesantemente hasta lograr que la japonesa se despertara, confundida la miró y comenzó a sacar conclusiones de por qué lloraba tanto, asustada se levantó y la tomó entre sus manos buscando alguna herida pero no había nada.
¿Qué quería? ¿Por qué lloraba así?
La dejo de vuelta en la cama y vio como amagaba con bajarse de ella, rápidamente la tomó en manos para que no cayera y la bajó, viendo como el animal se dirigía a la puerta.
"Oh, debe de querer comida" Pensó al instante, se levantó y abrió la puerta, dejando que el gatito caminara por el gran pasillo, olfateando alrededor, en ese mismo momento escuchó a sus empleados buscar a Binx en susurros casi desesperados.
—¡Dios! Si ese gato no aparece estamos perdidos. —Se quejó a un ama de llaves que conocía como Jiro, él junto a otro empleado tenían platitos con comida, que justamente, Binx, en ese momento estaba siguiendo. Carraspeó para llamar su atención, un poco avergonzada a la vez porque solo se encontraba vestida con una bata, ambos se giraron asustados y rápidamente se inclinaron al ver a la reina.
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Castle / Michaeng
FanfictionMyoui Mina es la primogénita y heredera al trono desde la muerte de su abuela la Reina Suiko, a muy temprana edad y con abandono de sus padres por abdicar al trono, fue sometida a múltiples responsabilidades formandola como una mujer estricta y dura...