no se preocupen, aun sigo viva, asi que aca tienen un cap largo por mi demora ;)
Narra Hikari:
Ese día que por fin nos pudimos preguntar las dudas que teníamos del otro hizo más que aumentar nuestra confianza. Sus palabras sonaban tan puras, tan reales. La forma en que podía sentir sus manos agarrar las mías como si no quisiera lastimarlas. Su preocupación por mi hace que me olvide del porque estoy acá.
Sin embargo, aunque nuestra confianza aumento, la forma en la que me entrena es aún mas estricta.
--- Muy lenta –– termina de decir cuando esquiva el filo de la espada con la que intente atacarlo.
--- O tal vez vos sos muy rápido.
--- El enemigo puede estar peor. De vuelta.
Y se repite y se repite. Un intento tras otro y yo término de la misma manera; en el piso frio del invierno junto a mi espada. Me frustra la idea de no poder avanzar. Desde inicios de este mes vengo entrenando y parece no haber cambios.
--- Es todo –– suspiro cuando mi espalda toca la nieve, dándome pequeños escalofríos –– Me rindo.
--- No entiendo, ¿Cómo en el arco y flecha mejoraste y no con la espada? Es mucho más fácil.
--- Mira lo bueno, tal vez no haga falta tanto entrenamiento con la espada.
--- Hace falta un montón de práctica, Hikari. No siempre vas a poder vivir escondiéndote de la pelea. Así que arriba, vamos.
--- No.
--- Hikari –– llama a rasca dientes.
--- Ven –– le hago señas para que se acueste al lado mío.
Y chicas y chicos, solo espero no ser la única que me da algo cada vez que lo veo así: Tiene una expresión seria mientras un gruñido le corre por la garganta. Su mirada parece la de un depredador en lo que yo estoy abajo. En un momento saca su reloj que tiene adentro de su túnica. Sonriéndome, me mira, provocando unos gritos internos de la emoción.
--- Tenes suerte de que la tienda está abierta, necesito ir ahora antes de que se llene.
Mi cuerpo se sienta sobre la nieve a la velocidad de la luz –– ¿Puedo ir?
--- Ya sabes la respuesta –– le hago puchero, esperando que de indicios de un si ––. Y no, ese puchero no sirve conmigo –– el termina arrodillándose para quedar a la misma altura que estoy, y muestra la misma sonrisa tierna que hace cuando quiero salir –– Esto es por tu bien. Cuando todo esto se calme, prometo llevarte hasta el último rincón de Ninjago.
Lo acompaño adentro para ayudarlo a guardar unas cosas antes de que se vaya. Ya me había creado una rutina para este tipo de días, se suele tardar un montón. Como el aburrimiento es demasiado, se repetía lo mismo: Limpiaba la casa completa, afilaba las espadas, creaba nuevas flechas, leía, y dormía una corta siesta. Pero hoy en cambio, luego de terminar de hacer las flechas, quería saber si realmente funcionarían como arma. Aunque no podía salir, James me tiene amenazada si me salgo afuera. Aunque mientras él no se entere no le afectara.
Decidida, agarro mi arco, mis flechas y mi ropa de entrenamiento. Sali con entusiasmo de la casa. El aire frio me chocaba la cara, dándome una gran felicidad al saber que no estaba encerrada.
Dure casi dos horas tirando flechas a lo loco, jugando con la nieve y explorando alrededor. Cuando me aburrí, empecé a recorrer un poco más lejos. Seguía en línea recta así que no debía de preocuparme. Aunque todo parecía ser igual, para mí era hermoso. Había extrañado ver el aire libre, tantos meses encerrada que ver la luz del día me entusiasma. En mi rabillo izquierda, algo me había tomado la atención. Parecía ser un lago congelado, así que me acerque. Tal como lo imaginaba, pero mejor. No era un lago, era una laguna. Una hermosa laguna. Los árboles teñidos de la nieve blanca. El lago transparente despertaba a mi niña interior para ir y correr a patinar.
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Mi Propósito En La Vida
FanfictionEn la vida tenemos un propósito, uno la cual vivir. No podemos despegarnos tan fácil de ello. Tal vez ese propósito es nuestra meta a cumplir o para superar. Por ejemplo: El inteligente quiere aprender más. Alguien de clase baja quiere lograr subir...