Los hermanos Douglas

9. Muy bueno para ser verdad.

Hay veces en las que la vida te regala momentos que, sin darte cuenta, anhelas de sobremanera.

Nunca he sido alguien que se esfuerce del todo en ocultar sus sentimientos, ya que no soy capaz de controlarlos del todo.

No había sido capaz de darme cuenta que tanto me gustaban momentos como los de este día, hasta hoy.

—Llegamos. —codee al hombre junto a mí, el cual se encontraba completamente dormido.

—No molestes. —se quejó. — Háblame cuando esto haya terminado y hemos llegado a casa de nuevo.

Se dio la media vuelta acurrucándose en su asiento.

Estamos en un camión con un montón de estudiantes, vinimos a nuestra conferencia programada de todo un fin de semana en una ciudad a unas 5 horas de Liverpool.

El Douglas a mi lado se rehúsa a levantarse, en realidad se rehusaba a venir.

—Como quieras. —lo medio empuje en mi intento de pasar a su lado para poder bajar del vehículo, éramos de los últimos que faltaban.

La verdad es que este tipo de eventos me emocionan más de lo que me gustaría aceptar, a pesar de que no soy muy social me gusta salir de mi habitad natural de vez en cuando, conocer nuevos lugares, nuevos rostros y obligarme a salir de vez en cuando.

El itinerario de estos dos días es algo aburrido, solo conferencias con ciertos médicos prestigiados y charlas en grupos.

"La casa ya se siente aburrida sin ti L "

Sonrió ante el mensaje de Kath, el cual viene con una foto adjunta de mi hermano dormido en el sillón aun con su ropa del trabajo.

Rápidamente abro la cámara frontal y tomo una selfie mostrando al Douglas atrás de mi dormido tirando baba en el asiento, mientras que yo hago una mueca ante la cámara.

"Ayúdame!!!!!!!!!!!!"

A los segundos recibí su respuesta.

"JAJAJA NO TE CREO. La guardare y la tendré como arma para después. GRACIAS."

Le doy una última mirada al chico dormido y niego, me limito a continuar mi camino y salir del autobús.

El lugar en el que estamos es un hotel enorme, en realidad la universidad solo participo con ciertos gastos, todo lo demás venia de nuestros bolsillos.

De nuestros padres, mejor dicho.

A mamá casi le dio azúcar cuando supo la cantidad que se debía de pagar, ofrecí no venir, pero mis papás se rehusaron a que me perdiera algo como esto.

La situación económica de mi familia es bastante estable, y estoy bastante agradecida por ello porque hasta ahora no nos han limitado a muchas cosas.

Aunque papá me sigue debiendo ese viaje a Disney que nunca me dio.

El hotel cuenta con su propia sala de conferencias, así que tengo entendido que todo será aquí mismo.

Al ingresar comenzaron a tomar datos de todos conforme iban llegando, el problema es que por entretenerme fui la última.

O, mejor dicho, la penúltima, ya que Kilian Douglas aun no bajaba del autobús.

—Alice. —Santiago, mi catedrático llega con un montón de hojas en sus manos. — ¿Por qué recién apareces? ¿Dónde está Elián?

Yo abro la boca para hablar, pero siento como alguien medio golpea mi brazo.