13. Ghostface.

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Mis manos temblaban de manera involuntaria y no podía regular el latir desbocado de mi corazón.

Por algún —no muy extraño— motivo, no podía controlar mi nerviosismo. Mi pierna tamborileaba mientras miro ansiosa la entrada de cafetería.

Una parte de mi anhelaba ver entrar a los trillizos entrar por esa puerta, ese lado ansioso y bastante estúpido.

—Deja de mover así la pierna. —La voz de Kath sonó como la de una mamá regañándote. — Me pones nerviosa.

Detuve el movimiento de mi pierna y me llevé mis uñas a la boca.

—¿Qué te pasa? —fue el turno de Elisa, la cual me miraba extrañada. — Pareciera que vas a vomitar en cualquier momento.

Hace cinco días que regrese a Londres y hasta el día de hoy no he visto a ninguno de los trillizos Douglas, mentiría si dijera que no he intentado poder verlos desde que regrese, pero la realidad es que he hecho todo de mi para poder saber de su existencia, lo cual ha sido un total fracaso.

Al visitar su departamento no ha salido nadie, Kilian ignora completamente mis llamadas y mis mensajes, mientras que Elián amablemente me ha saludado y no ha pasado de ahí.

A Drac la verdad es que ni siquiera he intentado hablarle, ya que ni siquiera tengo su número.

—Escuche que los Douglas regresaron a la ciudad. —Kath menciono, regalándome una mirada extraña. Ese comentario llamo lo suficiente mi atención para girar a verla.

—Dijo Thom que al parecer tuvieron que ir a casa de sus padres un par de días, menciono que hoy por la noche asistirán a la fiesta de Halloween. —Elisa hablo esta vez mientras miraba el barniz de sus uñas.

—¿Ya tienen disfraz?

—Claro, seré una sexy bruja. —Chillo Eli.

—¿y tu Alice? —mi amiga me codeo, sé que intentaba incluirme amablemente a la plática, a lo cual negué.

—No pienso ir.

Ambas rodaron los ojos y me abuchearon.

—¡Vamos, Alice! —Kath me tomo por los hombros y me sacudió sin mucha fuerza. — Las fiestas de Halloween son las mejores, no podemos faltar.

Fue mi turno de rodar los ojos.

—Aunque quiera ir es demasiado tarde para conseguir un disfraz.

Ambas chicas se regalaron un par de miradas cómplices mientras me esbozaron una sonrisa siniestra.

—Eso evidentemente no es un problema.

~*~

La música se escuchaba una calle abajo de la casa en la que se está llevando a cabo la fiesta.

Aun con el ruido era capaz de escuchar el taconeo de mis botas, mientras con mis manos empujaba mi vestido lo más abajo que mi cuerpo lo permitiera.

—¡Alice luces tan sexy! —Kath chillo a mi lado con genuina emoción. — Eres la policía más cachonda de la fiesta.

Rodé los ojos y negué mientras escuchaba la risa de Elisa a su lado.

Pasamos la tarde buscando un bendito disfraz para mí, y aunque me negara a todas mis opciones me di cuenta que ellas realmente nunca se darían por vencidas ante un no, por lo cual opte por poner de mi parte y aceptar de una vez por todas.

Llevo encima un vestido entubado negro de botones con un cinto a la cintura el cual mantenía una porra policiaca colgando de él, unas botas hasta las rodillas negras y un gorro de policía por la cabeza.

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⏰ Última actualización: Oct 06 ⏰

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Los hermanos DouglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora