CAP 08

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Cuando Jungkook se fue de la casa, Taehyung sentía un mal presentimiento, su mente no hacía nada más que repetir las palabras del demonio y sus ojos no paraban de ver la hora del reloj de la sala.

Los latidos de su corazón aceleraron y empezaron a golpear con fuerza su pecho cuando observó que solo faltaba un minuto para las 12 a.m.

Kim pensaba que todo era ridículo, ¿jugar? Minutos después de que el demonio se había ido, él pensó que no haría nada de lo que le dijo Jungkook, pero en ese momento, a solo segundos de la media noche, tal vez creía que sería buena idea seguir las palabras del demonio.

El reloj marcó las 12 a.m. en punto, Taehyung tragó saliva, nervioso e instintivamente se paró del mueble en el que estaba sentado, con pasos suaves se acercó al espejo que estaba en una esquina de la sala de estar.

—Cuando empieces a jugar recuerda estas 4 reglas —meditó por un rato—: Uno, no hables. Dos, mantén todas las luces apagadas. Tres, nunca sueltes el dado —caminó hasta una vitrina de la sala y sacó un dado—. Mantenlo aferrado a ti —le entregó el cubo blanco con puntos negros—. Y Tres, siempre ten a la mano una botella de ron.

—Suena estúpido.

—Hay ron en el refrigerador.

—Bien —rodó los ojos.

—Para empezar a jugar deben ser las 12 a.m.

—Entendido.

—Primero, debes caminar hacia el espejo —miró lo mencionado—. Te debes mirar a los ojos por 10 segundos contados, ni más ni menos.

Taehyung al estar frente al espejo, miró sus ojos miel y contó hasta 10 con lentitud. Teniendo en su mano derecha apretando la botella de ron y en la otra el dado que se le fue otorgado.

—Segundo, camina tranquilo hacia la cocina y abre el refrigerador, déjalo así y apenas lo abras vuelve a la sala con la misma tranquilidad que entraste a la cocina. No te alteres. No le hagas caso a los ruidos que escuches.

Mientras Taehyung caminaba a paso lento hacia la cocina, escuchó un ruido cerca de la sala, respiró profundo y al llegar a su destino, abrió el refrigerador, aguantó la respiración y caminó hacia la sala.

—Tercero, al estar en la sala, dale vuelta a toda tu ropa involucrando tus sandalias. Ten en cuenta que es toda tu ropa, todo lo que tengas encima.

El rubio se apresuró a quitarse la ropa, sintió un poco de frío, pero no se quejo, algo dudoso se quitó el bóxer, le dio vuelta y se lo colocó de nuevo, después de puso toda su ropa al revés e hizo lo mismo con sus sandalias, en su pie izquierdo se colocó la sandalia perteneciente al pie derecho y su sandalia izquierda la colocó en el derecho.

En ningún momento soltó el dado, pero si la botella de ron, pues con ésta no tenía la obligación de tenerla a la mano, pero sí cerca.

—Cuarto, si escuchas risas por algún lugar de la casa, sonríe, mantén esa curva entre tus labios hasta que las risas desaparezcan.

Kim escuchó risas por toda la casa, cosa que le hizo temblar, sin embargo, con todo el miedo, levantó la comisura de sus labios y mantuvo el gesto hasta que ya no escuchó nada.

—Quinto, luego escucharás la puerta ser tocada, no abras, cierra los ojos hasta que el sonido cese.

El humano cerró los ojos al escuchar como alguien tocaba la madera de la puerta principal. Su cuerpo se estremeció al oír pasos rápidos acercarse hacia a él.

—Sexto, cuando escuches los pasos de alguien acercarse a ti, dale la contraria y deja la botella de ron en el suelo, por ningún motivo habrás los ojos.

DARK HOME / KookV Donde viven las historias. Descúbrelo ahora