CAP 17

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El pequeño Taehyung no sabía qué pasaba, por qué su mamá quería irse de esa ciudad con rapidez, ¿no estaban allí por su cumpleaños?

—Sube al auto.

El rubio acató la orden y se sentó en el copiloto.

—¿Qué pasa, ma?

—Solo vámonos de aquí. Tenemos que salir de esta ciudad. Nunca debimos venir.

—¿Por qué? —observó cómo su mamá encendía el auto.

—Es peligroso —lo miró—. Vi cosas feas —le sonrió para no asustarlo—. Estaremos bien —arrancó el auto.

Salieron con prisa de la ciudad sin saber lo que les esperaba.

La mujer miró por el espejo retrovisor y luego por el que estaba afuera de la ventana. Ella se asustó al ver una cara deforme por el espejo. Después los frenos del auto empezaron a fallar. Iban a morir.

Entonces la progenitora lloró y le sonrió a su hijo que lo miraba asustado y confundido. Le dio la navaja que le pertenecía a su niño, solo que a veces nada más le daba, para cuidarse de los malos.

Abrazó a Taehyung con todas sus fuerzas hasta que el choque ocurrió. El auto se había volcado después de chocar un poco con un árbol.

Pasó el tiempo, hasta que el pequeño rubio salió del auto lleno de sangre, asustado gritando por su mamá que estaba enterrada entre los vidrios de las ventanas. Lloró mientras apretaba entre sus manos regordetas su navaja y empezó a cojear hacia la carretera. Solo tenía que hacerle caso a su mamá, tenía que seguir la carretera y ella pronto vendrá. Ella le había dicho que no debía mirar hacia atrás mientras se iba, ella estará detrás de él.

[...]

El agua helada empezó a envolver su cuerpo, Taehyung soltó un suspiro tembloroso al sentir el líquido pasar por todo su cuerpo, sus manos empezaron a sobar algunos lugares de su piel para limpiarse de cualquier suciedad.

Después de venir en silencio a la casa del demonio, este le dijo que se bañara y le entregó un cambio de ropa negra. Taehyung posó su mirada en el shampoo que Jungkook le había otorgado, minutos atrás él lo había puesto en la pequeña repisa de baño del demonio. Después su mirada bajó hacia el jaboncillo blanco, nuevo y recién salido de su envoltura, Jungkook también le había ofrecido aquello.

Ahora todo era diferente.

Se había olvidado por completo del mundo allá afuera, de quien era para la sociedad.

Apretó sus labios bajando su mirada hacia la rejilla de la ducha, sus ojos observaron como el agua se drenaba por aquel agujero en el suelo. Su vida parecía inverosímil, nada creíble.

Sin poder evitarlo, descansó su espalda en la mojada pared de azulejos blancos, aun con el agua cayendo como lluvia sobre su cuerpo, sus fanales se fijaron en la puerta de salida del baño. Tragó saliva con lentitud, una de sus manos se acercó a su rostro y su dedo índice de aquella mano tocó con suavidad su belfo inferior, y acarició sus labios sintiendo el fantasma de los labios de Jeon Jungkook.

A pesar de ser un demonio, sus labios eran suaves, sin embargo, se mantenían fríos, aunque su lengua era cálida. Taehyung bufó al pensar aquello, cerró la llave de la ducha y agarró el shampoo, regó un poco de ese líquido espeso en la palma de su mano y con brusquedad se lo aplicó en sus rubios cabellos. Debería sentirme mal y enfermo, un loco por sentirse seguro al estar cerca de un demonio, pero no lo hacía, no tenía ningún remordimiento por ello.

Después de haber enjabonado todo su cuerpo, abrió nuevamente la llave haciendo que una gran cantidad de gotas de agua fría cayeran primero en su cabello lleno de espuma. Cerró los ojos mientras limpiaba todo rastro de espuma en él. De la nada sus pensamientos lo llevaron otra vez hacia los labios de Jeon.

DARK HOME / KookV Donde viven las historias. Descúbrelo ahora