CAP 10

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Solo se podía escuchar el sonido repitente de gotas de agua caer por una esquina de la habitación. El suelo era de tierra y estaba húmedo. Park Jimin y Jung Hoseok estaban inmóviles en medio de la oscura habitación sin vida, ambos con los ojos vendados, las piernas y muñecas de las manos amarradas con una soga. Se encontraban quietos, o al menos lo intentaban, en cualquier caso, debían mantener la calma.

Jimin sabía con claridad que tenía que mantener la cabeza fría, no llegarían a nada si se alteran y dejan al miedo poseerlos.

—Agente Park —susurró Hoseok. Los dos estaban sentados dándose la espalda.

—Ya sabes que hacer —habló lo más bajo que pudo. Después de despertar se había quedado pensando por un buen rato, al final una de sus conclusiones fue que la habitación estaba completamente vacía.

Park y Jung tenían un cuchillo escondido en sus zapatos, con dolor en las muñecas, agarraron la hoja filosa y con discreción, cortaron la soga de sus piernas, luego la de sus manos.

Jimin fue el primero en terminar de cortar las sogas que lo tenían cautivo, así que lo que hizo luego fue quitarse la tela que cubría sus ojos. En el segundo que sus párpados sintieron la brisa rozar sobre ellos, sus ojos se abrieron tanto que dolieron, detuvo su respiración y su corazón empezó a latir desenfrenadamente sintiendo que en algún momento se le iba a salir del pecho.

—No hagas ruido —apenas se escuchó su voz. Hoseok incrédulo al escuchar al agente tan nervioso, retiró la tela de sus ojos y al mirar lo que no podía ver antes por culpa de la venda, quiso pegar un grito, sin embargo, su profesionalidad lo mantuvo callado.

¿Un humano?, ¿qué era eso?, tenía el cuerpo de un hombre desnutrido, se notaban sus costillas y su piel se encontraba arrugada, estaba completamente desnudo, su cabeza tenía facciones parecidas a un trabajador avanzado de edad del hotel en el que se habían hospedado, aunque algunos rasgos no eran tan similares, pues daban más miedo.

Sin pelo en ningún lugar de su cabeza, la tenía inclinada hacia la derecha, mientras los observaba desde un rincón de la habitación, sus ojos saltones eran terroríficamente grandes, tanto que sus cuencas parecían dos discos que ocupaba la mayoría de su rostro. Estaba posicionado en forma de gorila, en cuclillas apoyándose sobre sus talones y también con sus manos en el suelo.

Jimin movió sus orbes por todo el lugar, como sus ojos estaban ya acostumbrados a la oscuridad, observó cada rincón de la habitación. Había un pasillo.

Le señaló a Hoseok con la mirada el lugar que podría ser su escapatoria.

Hoseok asintió. Después de todo, no estaban en sus planes que mientras dormían en ese hotel unas manos duras y frías los arrastraran fuera de la cama, y al final terminaran desmayados.

Jimin contó moviendo los labios sin hacer ruido, Hoseok leyó los labios del agente para saber el momento en el que debería correr.

Cuando Jimin movió los labios como si dijera 3, los dos salieron corriendo sin mirar atrás, el pasillo estaba oscuro y ninguno de los dos sabían a dónde iban, sin embargo, no se detuvieron. Aunque tenían en cuenta que correr a veces era poco profesional, pero sus vidas estaban en juego.

—Mantente alerta —sugirió Park mientras corrían sin límites.

Hoseok agarró la pistola que tenía en su cinturón listo para lo que viniese.

Al parecer, el pasillo iba en espiral hacia arriba. Habían estado en un subterráneo.

Ambos oficiales eran conscientes de los pasos que los seguían, mas ninguno fue capaz de mirar hacia atrás.

DARK HOME / KookV Donde viven las historias. Descúbrelo ahora