La casa de papel:Corea (Berlín Y Tú)

Capitulo 2-Atraco

Narra t/n

Pasaron 5 meses desde que nos reunimos. Hasta que por fin llegó el gran día, el día del atraco más grande jamas visto. Tokio, Nairobi y yo estábamos fuera de la casa de moneda con unas pelucas de colores esperando las ordenes para iniciar el atraco.

Nairobi:Pixie ya pasó-dijo hablandole al micrófono que tenía puesto-

Tokio:¿Quién es Pixie?

Nairobi:Él sabe muy bien de que estoy hablando.

Los demás estaban en sus puestos haciendo su parte. Cuando por fin entramos a la casa de moneda pasamos por un detector de metales, y cuando Nairobi pasó por el detector, el detector se activó. La empezaron a revisar y Tokio y yo nos quedamos viendo esperando. Tokio puso nuestras mochilas con armas en un pasador con detector de metales. Nairobi se quitó su abrigo y Tokio y yo sacamos nuestras armas. La mujer que estaba revisando las grabaciones donde salían las armas iba a presionar el botón de seguridad, pero Tokio la apuntó con su arma para que no lo hiciera. Nairobi, Tokio y yo comenzamos a disparar hacia arriba, se escuchaba que los demás del equipo también lo hacían. El plan iba perfecto. Todos empezamos a dirigir con las armas a las personas hacía el centro de la casa de moneda para reunirlos ahí a todos. Cuando ya los teníamos a todos, Berlín cerró la casa de moneda.

Cubrimos a todas las personas con vendas en los ojos y las teníamos formadas en orden. Todos nos quitamos nuestras mascaras.

Berlín:Saludos. Yo estoy al mando, lamento informarles que al partir de ahora son rehenes-dijo con su grave voz que yo amaba.-pasamos todo tipo de situaciones en la vida, en muchas ocasiones parece que no hay salvación, pero con el paso del tiempo todo se supera. Lo importante es que mientras sigan todas nuestras ordenes al pie de la letra, todos ustedes saldrán con vida. Con el pasar de los años esta será una historia interesante que podrán contarles a sus nietos, pero si prefieren causarnos problemas, les tengo que confesar algo importante. La verdad es que...me agrada ese tipo de gente. Entreguen sus teléfonos.

Los demás empezamos a quitarles los teléfonos a los rehenes y los pusimos en cajas.

Nairobi:Entreguen sus tarjetas de acceso.

Río:Entreguen sus celulares y cualquier dispositivo electrónico.

Arrebatabamos sus celulares. De repente, el teléfono de la casa de moneda comenzó a sonar. El presidente de la casa de moneda levantó la mano.

Berlín:¿Qué pasa?

Presidente:Podrían ser los jefes-dijo con la voz temblorosa-Sí no responden van a suponer que algo anda mal.

Berlín:Me caíste muy bien, por tu honestidad. Tu acompáñame-le dijo a la secretaria y la llevó de la mano hacia el telefono-No te pongas nerviosa, respira.

Secretaria:¿Si? Casa de moneda. Tenemos dificultades en la red.¿Y cómo voy a saber eso? ¿No es su trabajo arreglar la red?-Colgó rápidamente-.

Berlín:Bien hecho ¿Qué fue lo que te dijeron?

Secretaria:Todavía no sospechan.

Berlín:Okay-la llevó de regreso a su lugar-. Parece que todo está bien, no habrá más problemas ¿verdad?-le preguntó al presidente y él asintió-Bien.

El presidente y la secretaria estaban muy nerviosos. Lo admito Berlín también me ponía nerviosa. Los demás fuimos por unas maletas con uniformes rojos como los que teníamos nosotros.

Berlín:Profesor misión cumplida-dijo por su microfono. Yo lo escuchaba porque estaba a un lado de él-

Berlín abrió la puerta y los demás asaltantes estábamos preparándonos para salir con nuestras armas y mascaras para armar un tiroteo con la policía.

Mientras estábamos afuera preparándonos

Denver:No te pongas nervioso tarado-le dijo a Río empujándolo- se nota que nisiquiera sabes apuntar con el arma ¿O no?-los demás empezamos a reír-

El profesor enfatizó desde el principio que era importante que nadie muriera o resultara herido. Cualquiera que fuera la razón, no importaba, así lo dijo él profesor, debemos cumplir con  el plan.

Cuando todos los oficiales se acercaron comenzamos a disparar y ellos también. Río se acercó de más.

Ankara:¡Río!

Tokio:¡Río! ¡¿Qué haces?!

Al idiota de Río le dieron un disparo.

Nairobi:¡Mierda!

Tokio:No disparen.

Ankara:¿Entonces qué hacemos? Vamos a morir se nos quedamos aquí.

Nairobi lanzó gas para que no pudieran vernos y así poder entrar. Cuando entramos a la casa de moneda, rápidamente cerramos la puerta.

Tokio:¡Río!

Nairobi:¡Imbecil!

Ankara:¿Río estás bien?

Denver:Está muerto.

En eso, Río recupero el aire y despertó. Al parecer tenía un chaleco antibalas.

Denver:Nos asustaste.

Ankara:Idiota.

Río:Oye. ¿Encerio te preocupaste por mi?-Le preguntó a Tokio-.

Tokio:Solamente fue porque casi arruinas el plan.

Berlín:Mis estimados rehenes, quitense las vendas de los ojos.

Denver:¡Ya oyeron quitenselas rápido!

Ankara:¡Cállate!-le dije dándole un golpe-.

Denver:¡Oye!

Berlín:Ya, dejen de jugar, parecen unos niños.

Mierda, era la primera vez que Berlín me hablaba. Que pena, me habló solo para callarme.

Berlín:Está bien pueden quitarse las vendas-dijo más tranquilo-.

Todos se quitaron las vendas.

Berlín:Ahora podemos hablar cara a cara. Tranquilos no tengan miedo, todos estamos aquí dentro del mismo edificio, así que hay que trabajar juntos-dijo riendo-.

Todos empezamos a darles los trajes a los rehenes para que se los pusieran.

Berlín:No estamos aquí para hacerles ningún daño. Van a poder volver a casa sanos y a salvo, siempre y cuando cooperen con nosotros. Es una promesa, será todo un placer.

Mientras tanto Río estaba en el lugar donde tenían las cámaras de seguridad, él estaba intentando conectar al profesor para poder comunicarse, mientras Berlín estaba con él, fumando un cigarrillo. Yo accidentalmente entré ahí, ya que estaba buscando a Nairobi. Abrí la puerta y ahí estaban Río y Berlín.

Ankara:Lo siento-dije haciendo una reverencia y cerré la puerta para irme. Dios soy una idiota-.

Después de un rato, estábamos preparándonos en la puerta trasera de la casa de moneda, ya que los oficiales querían entrar. Nos enteramos de esto gracias al profesor. Los oficiales decidieron marcharse

Berlín:Ahora amigos míos pueden quitarse las mascaras. Les agradezco por su apoyo, la policía decidió abortar la misión. Quiero darles un aplauso por su excepcional trabajo en equipo y también por toda su muestra de valor.-Él comenzó a aplaudir y todos los demás también lo hacíamos.