Sin decir una palabra más, Kali guardó los cuchillos en los bolsillos internos de su chaqueta. Era un ejercicio mecánico y se acercó a la mochila de Fred para sacar las provisiones que él tenía, sin agua, eso es bastante pretencioso de su parte ya que asumía que él mismo la encontraría. Luego levantó bruscamente su propia mochila y tomó del brazo a su hermana menor para comenzar a caminar en dirección opuesta al río.
A pesar de que lo que más necesitaban ambas en ese momento era agua para lavarse y refrescarse tenían que moverse de allí. Llevaban horas sin agua y el caminar solo les daría mucha más sed, con sufrimiento sacó una pequeña cantimplora de su mochila, sabiendo que en algún momento tendrían que recargarla. Bebió un trago y ante la mirada de sorpresa de su hermana se la ofreció en silencio.
Kali ayudó a su hermana en cada dificultad del camino, aunque no decía nada ni la miraba a los ojos. Podía sentir que la muerte de Fred la había afectado pero sí Kali ha sido entrenada para ello, suponía que el luchar contra ese sentimiento, ese... vacío, también debía de formar parte de eso.
Y así era, solo que nunca imaginó que el arrebatar una vida fuese tan doloroso, sin importar los motivos y las circunstancias.
—¿Cómo murió tan inmediatamente? —preguntó Laela después de un rato, su caminata se había extendido y sentía que habían caminado por unas tres horas sin parar, y el cielo no le daba pistas de nada.
No soportaba el silencio teniendo en cuenta que estaba oscureciendo a una velocidad preocupante y no hallaban refugio. Kali la miró por un segundo, sus ojos no reflejaban vida... no había nada del brillo habitual allí, ni siquiera molestia por tener que explicar cosas. Esa molestia siempre estaba en alguna parte.
—El puñal estaba lleno de la sangre del Mantis giant, en una herida abierta es letal. Si necesitas más información, sí es una Mantis, no, no es una normal. Puede crecer siempre que escuche que está en peligro, es bastante agresiva y mortal.
Al fin el silencio había sucumbido y una infinidad de preguntas abordó a la más joven de las chicas, que no encontraba lógica ni sentido a nada de lo vivido tampoco a nada de lo explicado pobremente por su hermana, a menos que pudiese expresar todas sus dudas y sentimientos en voz alta para obtener un poco más de comprensión.
—Pero no lo entiendo Kali, nada de esto. Sabiendo que él era nuestro vecino, nos dijo que estaríamos a salvo...
Kali también salió de su aturdimiento en ese preciso instante, no era un buen momento para retraerse y recordar cada momento que había vivido con Frederik, porque él para ella significaba mucho más que él para Laela, más que un vecino; Frederik era un amigo, un compañero de grupo, un gran equipo, alguien con quién contar en terribles momentos como ese... era un ser viviente, y ella le arrebató la vida, jugando a ser Dios, porque sino él se la hubiese quitado a ella, quizá en ese momento no le importaba tanto su propia vida, no tanto como la de su hermana quién era totalmente inocente de toda aquella situación, que no sabía a qué se enfrentaba, que no sabía quién era ella después de todo. Una asesina a sangre fría que terminaría sola en la oscuridad que tanto temía.
Ya furibunda por la dirección a la que la llevaban sus propios pensamientos se giró hacia su hermana menor, para darle la mayor lección que probablemente ha recibido en toda su existencia.
—Nadie es quien dice que es, Laela, quizá sea complicado para tu cabecita entenderlo, pero es así. La gente miente y engaña. Más aquí, que es una lucha por el poder, así que no confíes en nadie, más que en mí y estaremos verdaderamente a salvo. —dejó de mirarla y le dio la espalda para seguir liderando el camino, pero se detuvo abruptamente para decirle todo lo que necesitaba saber.— Te diré esto porque necesitas saberlo. Mientras estemos aquí corremos peligro, ya que estamos dentro de una competencia entre mis compañeros y yo, para demostrar nuestra valía, y obtener el gran premio. Algunos hasta matarán por él -como ya pudiste observar-. No podemos permitirnos confiar en nadie, es muy peligroso.
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Profecía: Bruxas, facilis descensus
FantasyUna prueba. Dos hermanas. Y muchos secretos. Kali Warren posee muchos secretos, y nunca consideró hablarle de ellos a su hermana menor. Pensó que protegerla siempre debería ser su primera prioridad sin importar qué o quién. Laela Warren descubrirá...