El sonido de gotas resonaban en la cueva, sin saber a donde ver o movilizarse, se quedó quieto sacudiendo el pie desde su posición. Después de lo que le pareció una eternidad lo vio aparecer, todo hombros anchos y expresión furibunda.
Eso no deparaba nada bueno, trató de ser positivo, pero ver al guardián de aquella manera, le corroía cada pequeña esperanza que pudiera mantener.
—Está viva. —anunció Chaak mientras cruzaba los brazos sobre su pecho.
Pero Will solo pudo sentir alivio recorriéndole todo el cuerpo, estaba viva... ¡Gracias! Ahora solo necesitaba verla, para eliminar el último recuerdo que tenía de ella, en el que su mejor amiga, literalmente, le clavaba un puñal en su espalda. Debía asegurarse.
—Oh, joder, eso es excelente. Llegaste a asustarme por un segundo. —mencionó tratando de abrirse paso para verla, pero Chaak le cerró el paso.
—No creo que sea por mucho tiempo.
—¿Qué quieres decir? —si estaba viva podrían curarla, demonios, él podría curarla. Haría lo que fuera, incluso enojar a los antiguos Dioses si eso la traía de vuelta. Todo iba a estar bien.
—Laela acaba de perder.
—Eso no es posible. Allí estaba con Kali, no pudo haber perdido, ella está viva y no rompió las reglas.
La cara de Chaak volvió a torcerse debido a la ira, la estaba irradiando, Will quería dar un paso atrás pero no quería mostrar ni una pizca de debilidad ante el guardián.
—Parece que Laela usó magia para evitar desangrarse viva, es un reflejo en los principiantes pero sobre todo es magia muy muy antigua, se llama: intermissione sanguinis, fue descalificada justo en el momento que el sol salió.
—Oh, mierda.
**
—Está despertando. —una voz fuerte y profunda estaba al fondo de su cabeza.
Debía de estar muerta. Pero no estaba muerta, y le dolía todo el cuerpo. La oscuridad comenzó a disiparse lentamente. Abriendo los ojos hacia un nuevo/antiguo mundo no supo cómo sentirse, tampoco sabía dónde estaba.
—¿D..dónde estoy? —carraspeó, quizás necesitaba tomar agua. No recordaba haber dejado de tomarla.— ¿Quién es usted?
—Pensé que me recordarías, soy el guardián Chaak. Y estoy aquí para proporcionarte los recuerdos que te fueron arrebatados.
—¿Qué? ¿De qué habla?
—No tengo tiempo para explicar, tampoco quiero hacerlo, y esto te dolerá. Mucho. —advirtió sin molestarse en nada más, le plantó ambas manos en los laterales de la cabeza y sintió como si le estuvieran martillando la cabeza con piedras sin parar.
Gritó.
Lo recordaba, recordaba a su hermana apuñalándola por la espalda, primero figurativamente y luego literalmente. Recordaba a Will, su entrenamiento, recordaba ser feliz... y temer por su hermana mayor.
Otra ola de dolor incontrolable la recorrió.
Podía verse a sí misma y a su hermana mayor, estaban en la entrada de su hogar, una pequeña casa destartalada, cuyas paredes apenas se mantenían en pie, las hierbas crecían en los alrededores sin parar y casi llegaban hasta las ventanas.
Su hogar.
Estaba un poco descuidado debido al paso del tiempo, pero ellas se preocupaban siempre por mantener un interior cómodo y cálido.
Ella y su hermana estaban sentadas en el suelo del porche principal. Se veían más jóvenes entonces, sus facciones estaban redondeadas en lugar de puntiagudas y crueles. Y ella podía verse a sí misma, estaba llorando desconsoladamente.
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Profecía: Bruxas, facilis descensus
FantasyUna prueba. Dos hermanas. Y muchos secretos. Kali Warren posee muchos secretos, y nunca consideró hablarle de ellos a su hermana menor. Pensó que protegerla siempre debería ser su primera prioridad sin importar qué o quién. Laela Warren descubrirá...